¿Quiénes formaban parte del Senado romano? ¿Cuáles eran las funciones de los Comicios o Asambleas? ¿Qué es el cursus honorum? ¿Cómo se escogía a los magistrados en la República romana? Este vídeo, pensado para la Cultura Clásica de 2º de ESO, aborda las principales instituciones de gobierno republicano.
Con el fin de contar mi experiencia en las oposiciones, así como algunos trucos que considero interesantes para los opositores, hice un directo hace unos días en YouTube. Es probable que termine elaborando un documento donde resuma todo eso. Sin embargo, recomiendo ver el vídeo, pues su contenido mejora gracias a la intervención de personas que han sido miembros de tribunal.
PROPUESTA DE ORGANIZACIÓN
Aunque he añadido algunas cosas para corregir errores que cometí en su día, este fue el plan que me permitió aprobar las oposiciones y obtener la plaza. Se puede consultar en las imágenes que hay abajo o en la propia presentación de Genially.
TEMARIO DE GEOGRAFÍA E HISTORIA
En los siguientes enlaces están las distintas unidades que en su día elaboré para presentarme a las oposiciones. Cada una de esas entradas ofrece la posibilidad de descargar el tema en pdf y, en algunos casos, cuenta también con un vídeo explicativo. Os pido paciencia, pues se trata de un material en construcción que iré completando según avancen las semanas. De momento solo os puedo ofrecer lo siguiente:
¿Sabías que, durante casi tres décadas, la ciudad de Berlín estuvo dividida por un muro de 155 kilómetros de diámetro? Pues sí, así fue. El 13 de agosto de 1961, el gobierno de la República Democrática Alemana, con el respaldo de la Unión Soviética, iniciaba uno de los experimentos más terribles de la Europa moderna: del país que una vez pretendió dominar el mundo, surgieron dos pueblos separados por un muro hasta el 9 de noviembre de 1989.
Con el fin de entender por qué se levantó un muro en la capital de Alemania, es necesario remontarnos a los primeros años de la Guerra Fría. Como quedó explicado en el vídeo que dedicamos a esa cuestión (pondría una tarjeta enlazándolo), al término de la Segunda Guerra Mundial, tanto Alemania en su conjunto como la ciudad de Berlín, quedaron divididas en cuatro zonas de ocupación.
Sin embargo, esos territorios nunca llegaron a formar un único país. En abril de 1949, los EE.UU., Gran Bretaña y Francia unificaron sus zonas en un Estado: la República Federal de Alemania. Por su parte, en octubre de ese mismo año, surgía bajo el patrocinio soviético la República Democrática Alemana.
A pesar de esa división y de las tensiones propias del conflicto entre ambos bloques, la frontera entre Berlín Occidental y Berlín Oriental se mantuvo abierta hasta el verano de 1961. Eso la convirtió en la principal vía de escape existente al otro lado del Telón de Acero. De esta manera, desde 1949, más de tres millones de personas emigraron a Alemania Occidental pasando la frontera existente en la ciudad.
La constante pérdida de población llevó a las autoridades de la República Democrática Alemana –es decir, la cúpula del Partido Socialista Unificado- a buscar soluciones que evitaran la salida masiva de personas. De hecho, en las dos semanas previas a la construcción del Muro, se estima que cruzaron la frontera unas 50.000 personas. De esta manera, el día 13 de agosto comenzó la construcción del Muro bajo la atenta mirada y la protección de la policía y el ejército de la Alemania comunista; en total cerca de 15.000 efectivos.
Mientras tanto ¿qué hizo Occidente? Lo primero de todo es aclarar que los aliados de la OTAN fueron informados de los planes para acordonar Berlín Occidental por parte de los responsables de la República Democrática Alemana. Además, los servicios secretos de la RFA conocían buena parte de los detalles desde el mes de julio. Sin embargo, cuando se inició la construcción, les sorprendió tanto el calendario como las dimensiones de las barreras.
Lógicamente, la propaganda comunista trató de justificar la medida alegando que era un sistema de defensa contra la amenaza fascista de Occidente. En definitiva, culpaban a la República Federal de Alemania y a sus aliados de mantener un enclave dentro de su territorio –Berlín Oeste- que resultaba una amenaza para el modelo socialista. Sostenían que, sin la presencia occidental, el Muro no hubiera sido necesario.
Por su parte, Occidente reaccionó de diversas maneras y a ritmos muy distintos frente a la construcción del Muro. Desde la enérgica protesta y la manifestación convocada por el entonces alcalde de Berlín Oeste, Willy Brandt, a la prudencia del presidente alemán Konrad Adenauer y su viaje a la ciudad unas semanas después. Además, la diplomacia de los países de la OTAN mostró su indignación, al tiempo que se tomaron las medidas oportunas para mantener la independencia del enclave.
Ahora bien, como en tantos otros episodios de la Guerra Fría, la tensión inicial fue relajándose progresivamente con el fin de evitar un conflicto abierto. De hecho, en 1963 se llegó a un primer acuerdo para dejar pasar población de forma temporal aprovechando la celebración de Año Nuevo. Y, en la década siguiente, se agilizaron los trámites de tránsito para situaciones especiales.
Expuestos los antecedentes y la cuestión diplomática, ha llegado el momento de hablar del Muro en sí mismo. El primer punto a tener en cuenta es que la construcción se llevó a cabo en varias fases y sufrió varios procesos de remodelación que llevaron al perfeccionamiento de su estructura. De hecho, a partir de 1975 se fueron instalando más de 40.000 secciones de hormigón armado con una altura de 3,6 metros.
Además, el conjunto se completaba con alambradas, cables de alarma, cercas de púas, trincheras, una treintena de búnkeres y 300 torres de vigilancia.
Por supuesto, eso no evitó que muchas personas trataran de salir del Berlín Oriental. De hecho, desde la construcción del Muro hasta su desaparición en 1989, se produjeron más de 5.000 fugas. La mayoría, como es lógico, se produjeron en los primeros meses, pues la estructura no estaba perfeccionada. Además, en el intento murieron 192 personas y el número de heridos supero las dos centenas.
Finalmente, como hemos comentado antes, el Muro de Berlín cayó en la noche del 9 de noviembre de 1989. Ese acontecimiento hay que enmarcarlo en el contexto de la Perestroika, emprendida por Mijaíl Gorbachov en la URSS desde 1985. Con el tiempo, la renuncia de Moscú a intervenir como hasta entonces en sus países satélites llevó a que Hungría retirara las alambradas de su frontera en mayo de 1989.
Eso produjo una avalancha desde la Alemania Oriental a ese país que, solo en el mes de septiembre, recibió a casi 15.000 alemanes. A esa cifra hay que añadir la del creciente número de refugiados en las embajadas de la Alemania Federal en Praga y Varsovia.
La cascada de acontecimientos llevó a la sustitución de Erich Honecker por Egon Krenz al frente del Partido Socialista Unificado de la Alemania comunista a mediados de octubre.
Sin embargo, la causa última de la caída del Muro fue la confusión que se produjo en la conferencia de prensa de Günter Schabowski, miembro del Comité Central del SED. El político alemán anunció por error que la nueva ley de permisos de viaje entraba en vigor esa noche y, a partir de esa información, varios medios del Berlín Occidental anunciaron que el Muro se había abierto.
Todo eso llevó a miles de berlineses a tratar de cruzar la frontera, ante la confusión de la policía que no sabía si debía actuar o no. La avalancha se hizo imparable y, en las horas siguientes, los habitantes de Berlín comenzaron a destruir varios sectores del Muro sin que nadie lo impidiera.
Finalmente, después de un largo proceso negociador y no pocos estudios económicos y sociológicos, el 3 de octubre de 1990 desaparecía la República Democrática Alemana, integrándose su territorio en la RFA.
Si quieres conocer mejor cómo se produjo la descolonización y evolución territorial de África desde 1488, has llegado al lugar adecuado. En este vídeo muestro la historia de ese continente partiendo del comienzo de la colonización portuguesa.
También puedes recorrer el vídeo siglo a siglo a partir de los siguientes enlaces:
[1] Historia del Mundo Contemporánea (1º de Bachillerato) – Oxford.
[2] Historia Universal Contemporánea (Vol. I y II); Javier Paredes (Coord.) – Ariel.
[3] La guerra del mundo: los conflictos del siglo XX y el declive de occidente (1904-1953); Niall Ferguson – Debate.
[4] El mundo de ayer. Memorias de un europeo; Stefan Zweig – El Acantilado.
También puedes consultar algunos vídeos relacionados con el contenido de estos mapas:
Si quieres conocer mejor cómo se produjo la descolonización y evolución territorial de América hasta 1950, has llegado al lugar adecuado. En este vídeo muestro la historia de ese continente partiendo de la independencia de los EEUU.
[1] Historia del Mundo Contemporánea (1º de Bachillerato) – Oxford.
[2] Historia Universal Contemporánea (Vol. I y II); Javier Paredes (Coord.) – Ariel.
[3] La guerra del mundo: los conflictos del siglo XX y el declive de occidente (1904-1953); Niall Ferguson – Debate.
[4] El mundo de ayer. Memorias de un europeo; Stefan Zweig – El Acantilado.
También puedes consultar algunos vídeos relacionados con el contenido de estos mapas:
¿Hasta qué punto es importante la motivación a la hora de evitar el fracaso escolar? ¿Qué elementos del sistema educativo favorecen la falta de iniciativa y autonomía por parte de los estudiantes? ¿Por qué es tan importante el orden a la hora de estudiar? ¿Cuáles son las herramientas que permiten a los alumnos conocer mejor sus capacidades? En este vídeo analizo las que, según mi experiencia docente, son las claves que permiten entender el fracaso escolar en España. Sé muy bien que no están todas, y también que algunas de las que comento pueden desarrollarse más. Ahora bien, como diagnóstico inicial este vídeo puede resultar bastante útil a padres, docentes y alumnos.
¿Quieres superar el fracaso escolar y no sabes cómo? ¿Tienes dificultades para organizar tu tiempo de trabajo? ¿Aún no valoras lo suficiente el orden en el material de estudio? ¿Necesitas ayuda para mejorar tus técnicas de estudio? Bienvenido al vídeo en el que comenzaremos a ganar la batalla al fracaso escolar. A partir de una serie de consejos relacionados con la organización del tiempo de del material de estudio, iniciaremos un camino que, en los siguientes vídeos, nos llevará a la autonomía personal, la motivación y el conocimiento propio. Tres claves fundamentales para llegar a ser un estudiante de éxito.
A menos de 48 horas para que comience oficialmente el curso académico 2018-2019, tengo la sensación de tener demasiadas tareas pendientes. En fin, supongo que a muchos docentes les sucede lo mismo, si bien en mi caso existe la excusa de impartir Economía e Iniciativa Emprendedora por primera vez.
Me da la sensación de que el año pasado tenía todo mejor “atado y bien atado”, y eso me da un poco de miedo, pues sé el “caos controlado” que terminó siendo a partir de noviembre.
Si eso sucedió con unas asignaturas programadas al detalle, no quiero ni pensar qué puede pasar en las circunstancias actuales. Eso sí, sospecho que buena parte de los problemas del 2017-2018 se debieron a la propia rigidez de la organización que plantee; pero bueno, eso es otra historia.
De momento cuento con la ventaja de tener el material que, a lo largo de los dos últimos cursos, he elaborado para 1º de Bachillerato. Eso me ha permitido ir adaptándolo a 4º de ESO en estas dos primeras semanas de septiembre, pues el temario es casi idéntico. Quizá más adelante cuente con detalle los criterios que he seguido para rebajar un poco el nivel de los contenidos y la exigencia -también me gustaría dedicar una entrada al sistema de evaluación que tengo en mente (y en la programación)-, pero de momento me conformo con dejar por escrito esa dependencia con respecto al curso superior.
En pocas horas comenzará todo y, a pesar de esa desorganización de la que hablaba antes, tengo la certeza de haber hecho una buena labor de reciclaje de materiales.
Durante el curso 2016-2017, siguiendo el ejemplo del profesor Vicente Alemany un año antes, decidí llevar una especie de diario de la asignatura con los dos grupos de 1º de Bachillerato.
Estoy convencido de que aquella experiencia, aunque exigente, favoreció notablemente mi labor docente y la buena marcha de la materia.
Desde luego me ayudó mucho a reflexionar sobre lo que hacía, el modo de hacerlo y los objetivos que perseguía. Además, me permitió conocer con más profundidad mis puntos débiles y poner, en la medida de mis posibilidades, remedio a esas carencias.
La importancia de aquellas treinta y cinco entradas se puso de manifiesto al curso siguiente cuando, pensando quizá que era algo superado, decidí no continuar con el diario.
Debo confesar que lo eché bastante de menos, pues percibí que me faltaba una herramienta muy valiosa para orientar la asignatura y reflexionar por escrito sobre su marcha.
Ese es el motivo que me ha llevado a retomar la bitácora de la asignatura a comienzos de este nuevo curso. Ahora bien, con el cambio de centro educativo he perdido el 1º de Bachillerato, por lo que centraré mis reflexiones en los dos grupos de 4º de ESO. Al igual que Odiseo trataba de regresar a Ítaca en la obra de Homero, yo trato de retomar lo perdido para volver a experimentar una experiencia de aprendizaje memorable.
A continuación pueden ir leyéndose las distintas entradas pertenecientes a esta bitácora docente de 4º de ESO: