Historia de ÁFRICA en mapas: de los descubrimientos a la descolonización


Si quieres conocer mejor cómo se produjo la descolonización y evolución territorial de África desde 1488, has llegado al lugar adecuado. En este vídeo muestro la historia de ese continente partiendo del comienzo de la colonización portuguesa.

También puedes recorrer el vídeo siglo a siglo a partir de los siguientes enlaces:

BIBLIOGRAFÍA:

[1] Historia del Mundo Contemporánea (1º de Bachillerato) – Oxford.
[2] Historia Universal Contemporánea (Vol. I y II); Javier Paredes (Coord.) – Ariel.
[3] La guerra del mundo: los conflictos del siglo XX y el declive de occidente (1904-1953); Niall Ferguson – Debate.
[4] El mundo de ayer. Memorias de un europeo; Stefan Zweig – El Acantilado.

También puedes consultar algunos vídeos relacionados con el contenido de estos mapas:

Los Decretos de Octubre

En 1917 se inició en Rusia un proceso revolucionario de importantes repercusiones políticas y económicas, tanto a nivel doméstico, como internacional. En febrero de ese año las huelgas, manifestaciones y protestas obligaron a la dinastía Romanov a abandonar el poder. El antiguo régimen zarista pasaba a convertirse entonces en una república de carácter democrático. Sin embargo, en octubre de 1917, los bolcheviques protagonizaron una insurrección de tipo comunista contra el gobierno provisional. Este vídeo explica la planificación y desarrollo de la Revolución de Octubre. Las restantes clases estarán dedicadas a una introducción al tema, las causas del fenómeno revolucionario, las fuerzas de oposición al zarismo, la Revolución de 1905, los sucesos de febrero de 1917, la evolución de la República Rusa y la Revolución de Octubre. Además, este repaso incluye vídeos sobre la construcción del régimen soviético, la Guerra Civil, el Comunismo de Guerra, la NEP, la fundación de la URSS y el ascenso de Stalin.

La Guerra de Posiciones (1915-1916)

En el verano de 1914 estallaba el que, hasta la Segunda Guerra Mundial, fue el conflicto más importante y destructivo de la historia de la humanidad. Más de treinta naciones de todo el mundo, así como sus imperio coloniales, se enfrentaron en una guerra que se cobró más de diez millones de muertos. Su final, en 1918, dio lugar a un nuevo panorama mundial, marcado por la decadencia de las potencias europeas, el ascenso norteamericano y el comienzo de una era de incertidumbre, crisis y miedo. Este vídeo está dedicado al conflicto en los años 1915 y 1916, quedando los restantes para cuestiones como la introducción a la Guerra, las tensiones internacionales, la Paz Armada, el sistema de alianzasel atentado de Sarajevo y el estallido de la Guerra, los contendientes de la Gran Guerra y los principales frentes del conflicto. También hay apartados dedicados a su evolución (19141917 y 1918) y y consecuencias. Este repaso finaliza con un vídeo sobre los tratados de paz y otro sobre la fundación de la Sociedad de Naciones.

 

 

El atentando de Sarajevo y el estallido de la Guerra


En el verano de 1914 estallaba el que, hasta la Segunda Guerra Mundial, fue el conflicto más importante y destructivo de la historia de la humanidad. Más de treinta naciones de todo el mundo, así como sus imperio coloniales, se enfrentaron en una guerra que se cobró más de diez millones de muertos. Su final, en 1918, dio lugar a un nuevo panorama mundial, marcado por la decadencia de las potencias europeas, el ascenso norteamericano y el comienzo de una era de incertidumbre, crisis y miedo. Este vídeo está dedicado al asesinato del archiduque Francisco Fernando y la declaración de guerra del verano de 1914, quedando los restantes para cuestiones como la introducción a la Guerra, las tensiones internacionales, la Paz Armada, el sistema de alianzas, los contendientes y los principales frentes de la Gran Guerra. También hay apartados dedicados a su evolución (1914, 1915, 1916, 1917 y 1918) y consecuencias. Este repaso finaliza con un vídeo sobre los tratados de paz y otro sobre la fundación de la Sociedad de Naciones.

 

El sistema de alianzas y la Gran Guerra


En el verano de 1914 estallaba el que, hasta la Segunda Guerra Mundial, fue el conflicto más importante y destructivo de la historia de la humanidad. Más de treinta naciones de todo el mundo, así como sus imperio coloniales, se enfrentaron en una guerra que se cobró más de diez millones de muertos. Su final, en 1918, dio lugar a un nuevo panorama mundial, marcado por la decadencia de las potencias europeas, el ascenso norteamericano y el comienzo de una era de incertidumbre, crisis y miedo. En esta clase se resume el sistema de alianzas, quedando las restantes para cuestiones como la introducción a la Guerra, la Paz Armada, las tensiones internacionales, el estallido del conflicto, los contendientes y los principales frentes de la Gran Guerra. También hay apartados dedicados a su evolución (1914, 1915, 1916, 1917 y 1918) y consecuencias. Este repaso finaliza con un vídeo sobre los tratados de paz y otro sobre la fundación de la Sociedad de Naciones.

Las consecuencias de la Gran Guerra: segunda parte


Consecuencias políticas.

El mapa europeo quedó profundamente modificado. El imperio austro-húngaro se desintegró, apareciendo Austria, Hungría y Checoslovaquia, al tiempo que reforzaba a la nueva potencia balcánica: Yugoslavia.

La Revolución Rusa y la posterior guerra civil propiciaron la aparición de Estados como Finlandia, Estonia, Letonia y Lituania. A su vez, Polonia recuperó su independencia a costa de los ocupantes alemanes, austríacos y rusos.

Los cuatro imperios anteriores a la guerra –alemán, ruso, austro-húngaro y otomano- desaparecieron.

La I Guerra Mundial aceleró el declive del liderazgo europeo a favor de los EE.UU., que se consolidó como potencia mundial. Sin embargo, el acontecimiento político más trascendental de esos años fue el triunfo de la Revolución Bolchevique, que mostró el camino hacia un modelo político, económico y social distinto al predominante.

Consecuencias ideológicas.

La sociedad europea sufrió una profunda crisis de conciencia. Los millones de muertos y heridos, junto con las millones de familias destrozadas, llevaron a muchos a cuestionar el valor del sistema político y económico responsable.

Una gran parte de los intelectuales consideraba a Europa como la cuna de la civilización y esto justificaba la extensión de su civilización y el imperialismo. Después de la guerra ya no se podía defender esa superioridad moral de los europeos.

A su vez, el conflicto europeo despertó el sentimiento nacionalista en las colonias.

La Paz Armada


En el verano de 1914 estallaba el que, hasta la Segunda Guerra Mundial, fue el conflicto más importante y destructivo de la historia de la humanidad. Más de treinta naciones de todo el mundo, así como sus imperio coloniales, se enfrentaron en una guerra que se cobró más de diez millones de muertos. Su final, en 1918, dio lugar a un nuevo panorama mundial, marcado por la decadencia de las potencias europeas, el ascenso norteamericano y el comienzo de una era de incertidumbre, crisis y miedo. En esta clase se aborda la Paz Armada, quedando las restantes para cuestiones como la introducción a la Guerra, las tensiones internacionales, el sistema de alianzas, el estallido del conflicto, los contendientes y los principales frentes de la Gran Guerra. También hay apartados dedicados a su evolución (1914, 1915, 1916, 1917 y 1918) y consecuencias. Este repaso finaliza con un vídeo sobre los tratados de paz y otro sobre la fundación de la Sociedad de Naciones.

 

Los sistemas bismarckianos


Entre 1872 y 1890, el canciller prusiano Bismarck impuso un potente sistema de alianzas, convirtiéndose en el árbitro de la política internacional. Esencialmente pretendía aislar diplomáticamente a Francia, su enemiga desde que Prusia le arrebatara Alsacia y Lorena en la guerra franco-prusiana.

El primer sistema bismarckiano.

Alemania pretendía, además de aislar a Francia, asegurar la neutralidad del Reino Unido y de Italia. Aprovechó los recelos de Víctor Manuel de Saboya, el primer rey de Italia, contra Francia por haber dificultado, con su apoyo al papa Pío IX, la incorporación a Italia de los Estados Pontificios.

Además, Bismarck deseaba la alianza con Austria y Rusia. En 1873 firmó con Rusia la Convención militar secreta ruso-alemana y con Austria el Acuerdo pruso-austríaco. Esto originará la Entente de los tres emperadores, a la que se unió Italia en 1874.

El acuerdo se rompió por los enfrentamientos entre rusos y austríacos sobre los Balcanes.

Tras la guerra ruso-turca de 1878, se creó la gran Bulgaria por el Tratado de San Estéfano.
Austria sintió perjudicados sus intereses y solicitó una revisión del pacto. El resultado fue la disolución de la gran Bulgaria, Austria recibió Bosnia Herzegovina y fortaleció su entendimiento con Alemania mediante la alianza secreta conocida como Dúplice Alianza.

El segundo sistema bismarckiano.

Comenzó a gestarse en 1881, cuando ocupaba el trono de Rusia Alejandro II, antiliberal y opuesto a la III República francesa. Bismarck consiguió renovar la alianza de los tres emperadores. Ese mismo año, Italia buscó el apoyo de Alemania contra Francia que le impedía su expansión en el norte de África.

En 1882, ambas suscribieron un acuerdo que incluía también a Austria, que fue conocido como la Triple Alianza. La Alianza de los tres emperadores se fue renovando hasta 1887, siendo cancelada por el zar como consecuencia de sus rivalidades con Austria en los Balcanes.

Sin embargo, se firmó el Tratado ruso-alemán, pro el cual Alemania se comprometía a mantener la neutralidad en caso de conflicto entre Austria y Rusia. A cambio, Rusia no intervendría en un guerra franco-germana.

Entre 1887 y 1889, el sistema resultó perfecto para Alemania, pues permanecían en vigor:

  • La Dúplice Alianza, suscrita por Alemania y Austria en 1879.
  • La Triple Alianza de 1882, firmada por Austria, Alemania e Italia.
  • El Tratado de Reaseguro de 1887 con Rusia.
  • Por último, el Reino Unido se acercó a la Triple Alianza a partir de 1887, por temor al papel preponderante que estaba adquiriendo Francia en el Mediterráneo.
En conclusión: Francia carecía de aliados para enfrentarse a Alemania con el fin de recuperar Alsacia y Lorena.

El II Reich antes de la I Guerra Mundial

La victoria de Prusia sobre Austria en la década de 1860, así como la consolidación de una Alemania bajo el influjo prusiano, hicieron posible la unificación de los territorios alemanes. Sin embargo, la nueva Alemania presentaba una enorme heterogeneidad, que, al fin y al cabo, resultaba problemática para el proyecto unificador.

A partir de 1870, bajo la batuta de Prusia, los alemanes iniciaron un largo camino que los habría de llevar del federalismo a la unidad.

En primer lugar, se procedió a desterrar toda posible referencia a una alianza de monarquías constitucionales, potenciándose la monarquía constitucional imperial, cuyo principal organismo representativo era el Reichtag.

En cierto modo, en este proceso homogenizador, se tendió a la prusianización del Imperio. Esto se plasmó rápidamente en un claro autoritarismo, centrado en la figura del canciller, en un cierto conservadurismo, y en la preponderancia de la burocracia prusiana.

El auge económico finisecular

El primer factor que facilitó el gran desarrollo de la economía alemana fue la formación de un importante mercado nacional, cuyas bases fueron: el Zollverein, el desarrollo de la red ferroviaria y otras medidas unitarias, como el Derecho Comercial, las tasas, y los pesos y medidas.

Otro elemento fundamental fue el desarrollo de los instrumentos básicos de unidad monetaria y financiera, plasmados en la creación de una moneda única (el marco), y la conversión del Real Banco de Prusia en el Banco del Imperio.

Vistos estos factores, podemos estructurar la evolución económica alemana en dos fases: el boom de 1871-1873 y la época proteccionista.

En el primero de estos periodos, la economía de Alemania se vió favorecida tanto por la victoria militar sobre Francia como por una coyuntura económica favorable. La crisis financiera puso fin a esta fase de crecimiento, dando paso a unos años de paralización económica.

Durante el segundo de estos periodos se confió, para salir de la crisis y evitar fenómenos similares en el futuro, en una política proteccionista. De esta manera, Alemania logró retomar el camino del progreso económico, si bien no con tanto éxito como en la etapa anterior a la crisis.

La política del canciller Bismarck

En lo que se refiere a política interior, la actuación del canciller Bismarck se puede englobar en torno al plan del Kulturkampf, que trataba de eliminar cualquier peligro en el interior de Alemania.

En consecuencia, tanto grupos católicos como socialdemócratas fueron considerados como sospechosos por parte del gobierno.

Con respecto al catolicismo se produjo una separación radical entre Iglesia y Estado, lo que suponía el control estatal de la enseñanza y del clero por parte del gobierno. No obstante, a finales de la década de 1870, ante la envergadura que tomaba el conflicto, el canciller dio marcha atrás en esta política.

En lo referente a la socialdemocracia, Bismarck toleró su actividad política, pero prohibiendo su propaganda, publicaciones y mítines. Al igual que con los católicos, la Kulturkampf también fracasó en este caso; es más, los socialdemócratas salieron fortalecidos de su choque con la cancillería.

En lo referente a la política social, a pesar de su enemistad con los socialdemócratas, Bismarck dio pasos importantes al instaurar un seguro de vejez, de enfermedad y de accidentes. Sin embargo, tampoco hay que ocultar las carencias de su programa, especialmente en lo que se refirió a los derechos de la mujer y de los niños.

La política exterior de Bismarck se caracterizó por la búsqueda, pacífica y sutil con las grandes potencias, de un espacio colonial propio para Alemania.

La política de Alemania después de Bismarck

Tras la dimisión del canciller Bismarck (1890) a causa de sus malas relaciones con el nuevo káiser Guillermo II, se produjeron cambios sustanciales en la política internacional alemana.

En política exterior, se puso fin a la citada sutileza diplomática alemana; a nivel interior, el canciller perdió poder en favor del káiser.

Esta época Alemania experimentó un importante crecimiento económico, que la llevaría a convertirse junto a EE.UU. y Gran Bretaña en la gran potencia comercial. No obstante, unida al crecimiento económico, se produjo una escalada belicista basada en el rearme y el endurecimiento de la política internacional.

Toda esta tendencia provocó el rechazo de buena parte de los grupos políticos alemanes. Sin embargo, el camino estaba ya tomado: Alemania entró en la guerra en un momento de auge económico pero con numerosos problemas internos pendientes.