Conjunto de estándares del temario de 2º de Bachillerato pertenecientes al Bloque 5, que aborda los reinados de Carlos IV y Fernando VII, así como la Guerra de la Independencia. Aunque he mantenido la numeración original, para la prueba EBAU del curso 2017-2018 no será objeto de examen el quinto de ellos en Castilla y León.
TRIGÉSIMO CUARTO ESTÁNDAR DEL TEMARIO QUE, DE ACUERDO CON LO ESTIPULADO POR LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN DE CASTILLA Y LEÓN, PODRÁ SER OBJETO DE EXAMEN EN LA EBAU, ANTIGUA SELECTIVIDAD.
La revolución liberal que se inició durante la Guerra de la Independencia, contemplaba una convocatoria de cortes “generales y extraordinarias”. Finalmente estas se reunieron en Cádiz en 1810 y, tras año y medio de reuniones, promulgaron una constitución el 19 de marzo de 1812 (día de san José), por eso se le conoce como “La Pepa”.
Los diputados quisieron aunar la tradición española con el nuevo espíritu revolucionario liberal. De esta manera, los principios de la constitución vinieron a ser los siguientes:
Afirmación de la soberanía nacional: el poder residía en la nación.
División de poderes: el poder legislativo correspondía a las Cortes, de una única Cámara; el poder ejecutivo quedaba en manos del rey y del gobierno por él designado; y el poder judicial era independiente.
Elección de los representantes en las Cortes por sufragio universal masculino.
Reconocimiento de los derechos y libertades individuales, así como la igualdad ante la ley.
La constitución apenas pudo aplicarse debido al contexto de la guerra y a que, con la restauración absolutista de 1814, quedó abolió. Ahora bien, su espíritu y programa fueron una referencia durante la mayor parte del siglo XIX. A su vez, se convirtió en un mito para el liberalismo universal y modelo para las revoluciones burguesas en Europa.
ESTRUCTURA DEL VÍDEO:
0:17. La convocatoria de Cortes Generales y Extraordinarias.
0:44. Las características de la Constitución de Cádiz.
TRIGÉSIMO TERCER ESTÁNDAR DEL TEMARIO QUE, DE ACUERDO CON LO ESTIPULADO POR LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN DE CASTILLA Y LEÓN, PODRÁ SER OBJETO DE EXAMEN EN LA EBAU, ANTIGUA SELECTIVIDAD.
Hemos de situar las causas de la guerra dentro del proceso general de crisis del Antiguo Régimen; y, más en concreto, en el final del reinado de Carlos IV y del gobierno de su ministro Manuel Godoy. Esto aceleró con la invasión de las tropas napoleónicas, que entraron en la Península en virtud de lo acordado en el Tratado de Fontainebleau (1807), así como por las abdicaciones de Bayona de 1808. No en vano, en estas últimas, Carlos IV y Fernando VII, renunciaron a sus derechos sobre la Corona española, pasando estos al propio Napoleón Bonaparte. Mientras se desarrollaban esos hechos, el pueblo de Madrid se levantó contra la ocupación francesa el 2 de mayo de 1808, sirviendo de ejemplo para otros sucesos similares en diversos puntos de España.
La guerra se planteó en varios escenarios: la guerrilla, la resistencia de las ciudades –los “sitios”- y las operaciones militares del ejército anglo-español. De modo genérico, se puede decir que entre los españoles hubo dos bandos: una minoría que formaba parte de los llamados “afrancesados” o colaboracionistas, y una mayoría, los “patriotas”, opuestos a los planes de los Bonaparte.
En el inició de la guerra, el ejército español derrotó a los napoleónicos en la batalla de Bailén (1808). Sin embargo, una contraofensiva dirigida por el propio emperador permitió a los franceses ocupar casi todo el territorio peninsular; la excepción más destacada fue la ciudad de Cádiz. El desplazamiento, en 1810, de buena parte del ejército invasor a la campaña de Rusia, permitió que las tropas anglo-españolas se reorganizaran y comenzaran a recuperar el terreno perdido. Como consecuencia de las derrotas de Napoleón en Europa, el avance de los “patriotas” se intensificó a partir de 1812, hasta el punto de vencer en Arapiles, Vitoria y San Marcial a los franceses, quienes acabaron siendo expulsados de suelo peninsular. En 1813, Napoleón se vio obligado a firmar el Tratado de Valençay, que suponía el final de la guerra y el retorno a España del rey Fernando VII.
ESTRUCTURA DEL VÍDEO:
0:23. El reinado de Carlos IV y la crisis del Antiguo Régimen.
Durante el curso 2016-2017 elaboré este Prezi para explicar en 1º de Bachillerato la Revolución Francesa. Posteriormente he realizado algunos ajustes que me han servido para ponerlo de fondo en algunos de los vídeos sobre esa material. Para consultar la presentación haz click aquí.
Cuatro alumnas de 1º de Bachillerato han presentado un trabajo, en formato blog, al concurso «Es De Libro». En él se recogen proyectos relacionados con la Independencia de los Estados Unidos y la Revolución Francesa que realizamos en los meses de octubre y noviembre de 2016.
Ahora bien, todo el contenido del blog ha sido revisado y retocado para mejorarlo de cara a la participación en el concurso. Además, se han incluido aspectos nuevos, como los audios de las entrevistas a George Washington y Joseph Focuhé. También se incluyen dos apartados más teóricos con una explicación del enfoque flipped classroom y del lema de la asignatura: «Imagina. Crea. Difunde».
Todo ese material puede consultarse en el siguiente enlace: EsDeLibro.
Fragmento de la miniserie «Napoleón» (2002) que recoge la conversación entre el emperador y Fouché tras la derrota de la batalla de Waterloo (1815). La escena ha de situarse en los momentos finales del Imperio de los Cien Días, pues tras ser vencidos en el campo de batalla, a los franceses no les quedaba otra opción que aceptar las exigencias de las potencias coligadas. De todos modos, el que terminó por precipitar la caída de Bonaparte fue el propio Fouché, quien había sido su ministro de la Policía durante el Consulado y el Imperio. Tras Waterloo, este controlaba la Asamblea, a la que va a terminar por poner en contra de Napoleón para asegurarse su porvenir político en la futura monarquía restaurada.
Fragmento de la miniserie «Napoleón» (2002) en donde se escenifica la batalla de Waterloo, que enfrentó, en junio de 1815, a los ejércitos franceses contra los británicos y prusianos. La derrota de Bonaparte puso fin al Imperio de los Cien Días, al tiempo que Francia volvía a estar bajo el gobierno de Luis XVIII. El emperador fue confinado en la isla de Santa Elena, donde moriría en 1821.