La independencia de Hispanoamérica: la emancipación definitiva

Después de la derrota de Napoleón en 1815, las potencias absolutistas pretendieron restaurar en Europa el sistema anterior a la Revolución Francesa. El símbolo de esa política fue, sin lugar a dudas, el Congreso de Viena. Ahora bien, tanto los liberales como buena parte de los defensores de la ideología nacionalista se opusieron a esas medidas, protagonizando las oleadas revolucionarias de 1820, 1830 y 1848. En esta clase se aborda el origen del nacionalismo italiano, clave para su posterior construcción como estado unificado. La materia se complementa con otros vídeos dedicados al Congreso de Viena y la Restauración, la ideología liberal y el nacionalismolas oleadas revolucionarias, el origen del nacionalismo italiano, el proceso de unificación de Italia, la situación de Alemania a mediados del siglo XIX y su constitución como estado. Además, teniendo en cuenta la coincidencia cronológica, se incluyen también varios vídeos sobre la independencia de Hispanoamérica: las causas del proceso, los movimientos precursores y las primeras insurrecciones.

 

La independencia de Hispanoamérica: las primeras insurrecciones


Después de la derrota de Napoleón en 1815, las potencias absolutistas pretendieron restaurar en Europa el sistema anterior a la Revolución Francesa. El símbolo de esa política fue, sin lugar a dudas, el Congreso de Viena. Ahora bien, tanto los liberales como buena parte de los defensores de la ideología nacionalista se opusieron a esas medidas, protagonizando las oleadas revolucionarias de 1820, 1830 y 1848. En esta clase se aborda el origen del nacionalismo italiano, clave para su posterior construcción como estado unificado. La materia se complementa con otros vídeos dedicados al Congreso de Viena y la Restauración, la ideología liberal y el nacionalismolas oleadas revolucionarias, el origen del nacionalismo italiano, el proceso de unificación de Italia, la situación de Alemania a mediados del siglo XIX y su constitución como estado. Además, teniendo en cuenta la coincidencia cronológica, se incluyen también varios vídeos sobre la independencia de Hispanoamérica: las causas del proceso, los movimientos precursores y la independencia definitiva.

 

La independencia de Hispanoamérica: los movimientos precursores


Después de la derrota de Napoleón en 1815, las potencias absolutistas pretendieron restaurar en Europa el sistema anterior a la Revolución Francesa. El símbolo de esa política fue, sin lugar a dudas, el Congreso de Viena. Ahora bien, tanto los liberales como buena parte de los defensores de la ideología nacionalista se opusieron a esas medidas, protagonizando las oleadas revolucionarias de 1820, 1830 y 1848. En esta clase se aborda el origen del nacionalismo italiano, clave para su posterior construcción como estado unificado. La materia se complementa con otros vídeos dedicados al Congreso de Viena y la Restauración, la ideología liberal y el nacionalismolas oleadas revolucionarias, el origen del nacionalismo italiano, el proceso de unificación de Italia, la situación de Alemania a mediados del siglo XIX y su constitución como estado. Además, teniendo en cuenta la coincidencia cronológica, se incluyen también varios vídeos sobre la independencia de Hispanoamérica: las causas del proceso, las primeras insurrecciones y la independencia definitiva.

 

Las causas de la independencia de Hispanoamérica


Después de la derrota de Napoleón en 1815, las potencias absolutistas pretendieron restaurar en Europa el sistema anterior a la Revolución Francesa. El símbolo de esa política fue, sin lugar a dudas, el Congreso de Viena. Ahora bien, tanto los liberales como buena parte de los defensores de la ideología nacionalista se opusieron a esas medidas, protagonizando las oleadas revolucionarias de 1820, 1830 y 1848. En esta clase se aborda el origen del nacionalismo italiano, clave para su posterior construcción como estado unificado. La materia se complementa con otros vídeos dedicados al Congreso de Viena y la Restauración, la ideología liberal y el nacionalismolas oleadas revolucionarias, el origen del nacionalismo italiano, el proceso de unificación de Italia, la situación de Alemania a mediados del siglo XIX y su constitución como estado. Además, teniendo en cuenta la coincidencia cronológica, se incluyen también varios vídeos sobre la independencia de Hispanoamérica: los movimientos precursores, las primeras insurrecciones y la independencia definitiva.

 

La independencia de Iberoamérica

El inmediato antecedente de la independencia de Iberoamérica fue, sin lugar a dudas, la rebelión de las Trece Colonias de Norteamérica. El ejemplo de sus vecinos septentrionales, y el propio descontento de la burguesía criolla iberoamericana ejercieron un impulso decisivo sobre el proceso secesionista.

Otra de las causas de la independencia de estos territorios fue el apoyo exterior del que gozaron los sublevados; especialmente británico y norteamericano.

Sin embargo, el factor desencadenante fue la invasión napoleónica de la península Ibérica y la caída de las instituciones monárquicas de la España ocupada, que sin duda dio mayor autonomía a unas colonias deseosas de lograr la independencia.

La emancipación del Cono Sur

Río de la Plata era, por su prosperidad mercantil e industrial, la mejor dispuesta, de entre las colonias españolas, para alcanzar la independencia. De esta manera, gracias a la forja de un hondo sentimiento nacional, y al descontento por la dependencia comercial con respecto a la metrópoli, prendió con facilidad el fuego de la sublevación.

En 1810 se constituyó la Junta Patriótica de Buenos Aires, que, tras destituir al virrey, declaró la independencia de Río de la Plata.

Posteriormente, el movimiento independentista se fue, poco a poco consolidando ante el fracaso de las fuerzas de la reacción fernandina. Finalmente, las victorias militares de San Martín culminaron un proceso que pronto se extendió a Chile.

La Gran Colombia, el sueño de Bolívar

Mientras todo eso sucedía en la actual Argentina, más al norte –en Venezuela- se desarrolló un movimiento que presenta ciertos paralelismo con el anterior. Así, también en 1810, la Junta de Caracas inició el proceso de independencia.

Sin embargo, al tiempo que dentro de la Junta iba destacando la figura de Simón Bolívar, los rebeldes fueron derrotados por la contraofensiva realista (1814), que echó por tierra los planes de independencia.

Fue precisamente en el exilio cuando Bolivar concibió su proyecto de una América unida e independiente. Así pues, a la menor oportunidad, los independentistas criollos volvieron a la carga, logrando una serie de victorias consecutivas sobre los ejércitos españoles, que a la postre les valió el control sobre Venezuela y Colombia. Por fin, Bolivar podía comenzar a construir su ansiada “Gran Colombia”.

Perú, la caída de la fortaleza española

Perú era el gran bastión de los españoles en América: el lugar desde el cual se habían sofocado todas las rebeliones hasta ese momento. Sin embargo, tras los triunfos de Bolivar al norte, y de San Martín al sur, el virreinato se encontraba en una posición comprometida: entre dos frentes.

Así, atacados por los dos frentes, y perjudicados también por la inestabilidad de la metrópoli, que vivía en plena efervescencia del Trienio Liberal, Perú fue atacado.

Por el norte llegaron los ejércitos de Bolivar, y por el sur los de San Martín, que, tras entrevistarse en Guayaquil, vencieron a los españoles en Ayacucho (1824).

La peculiar independencia de Nueva España

La peculiaridad de la independencia de Nueva España fue que, en un principio, no la protagonizó la oligarquía criolla, sino por las clases bajas indígenas. De hecho, la burguesía, por miedo a la revolución, se unió a la metrópoli en su empeño por someter a los sublevados.

No obstante, tras el triunfo del Trienio Liberal en la Península, esa misma oligarquía favorable hasta entonces a la metrópoli, desarrollo un intenso movimiento subversivo antiliberal, y, en consecuencia, antiespañol.

Encabezados por Agustín de Iturbide, y bajo los tres puntos del Plan de Iguala – defensa de la religión católica, independencia de Nueva España, y unión de los habitantes del virreinado, tanto peninsulares como criollos-, los rebeldes lograron su independencia en apenas seis meses (1822).

A este fenómeno secesionista se unió posteriormente el de los territorios centroamericanos -denominados también como Provincias Unidas de América Central- que se mantuvieron unidos a Colombia hasta 1905.

La independencia de las colonias portuguesas

El proceso independentista de Brasil presenta todavía más peculiaridades que el estudiado anteriormente. En primer lugar porque varía la metrópoli –Portugal-, y en segundo término porque, a finales del siglo XVIII, a causa del control comercial por parte de portugueses e ingleses (Tratado de Mathuen, 1703), apenas existía oligarquía autóctona. En definitiva, podemos afirmar que los protagonistas de la secesión fueron los portugueses residentes en la colonia.

Los sucesos arrancaron con la huida de Juan VI, rey de Portugal, a Brasil durante la invasión napoleónica de la península Ibérica. En esa etapa, los dominios portugueses se gobernaron desde la colonia, que gracias a esto experimentó importante desarrollo económico, político y de las mentalidades.

Finalmente, tras el fin de la ocupación francesa y la vuelta del rey portugués a la metrópoli, Brasil se niega a volver a ser tratada como colonia. De esta manera, ante las pretensiones portuguesas, nombraron rey a Pedro I, hijo de Juan VI, y declararon su independencia.

La tenacidad de Simón Bolívar en la obra de John Lynch

Artículo publicado por la web Club Lorem Ipsum el 5 de marzo de 2007.


Recientemente cayó en mis manos una biografía del “Libertador” publicada en 2006 por el hispanista John Lynch. Francamente, me pareció un trabajo más que recomendable. En él se nos presenta la figura de Simón Bolívar en toda su complejidad: con sus méritos y errores. Aunque tal vez predominen los primeros, no se si por las capacidades del biografiado o por el apasionamiento del escritor.

Sea como fuere, la vida del independentista americano y la trayectoria profesional del historiador anglosajón, avalan la calidad y el interés de la obra.

Mi objetivo es tratar un aspecto que admiro de la persona del “Libertador”: su tenacidad. Esta se nos presenta en tres ámbitos distintos, el militar, el legislativo y el ejecutivo. Bolívar era tenaz y fiel a sus principios como general, como teórico de la política y como gobernante. Sin embargo, esta no escondía un empecinamiento en unas opiniones preconcebidas: la tenacidad de Bolívar –sin ceder en lo básico- estaba abierta al cambio, a reconocer los propios errores.

Las ideas políticas de este personaje se adaptaban a las circunstancias de la época y el lugar donde trataba de aplicarlas. Su bien trabajada base teórica –fundamentada en los escritos de pensadores como Montesquieu, Rousseau, Voltaire o Locke- se amoldaba a la complejidad iberoamericana. En definitiva, Bolívar no imponía a venezolanos, colombianos, ecuatorianos, peruanos y bolivianos un proyecto político ajeno a su realidad; y si lo llegaba a hacer –caso de la Constitución que diseñó para Bolivia y trató de aplicar a toda la Gran Colombia- pronto era consciente de ello y ponía los medios para rectificar.

Simón Bolívar era, como el mismo se definió en uno de sus abundantes discursos, el “hombre de las dificultades”; Francisco de Paula Santander gobernaba, José de Sucre conquistaba, pero el “Libertador” siempre estaba detrás poniendo -a costa de un gran esfuerzo- el orden necesario.

Sin duda la Historia de esos países se hubiera iniciado de otra forma si no hubieran contado con la presencia de este gigante: un hombre capaz de vencer en el campo de batalla, de levantarse una y otra vez cuando era derrotado, y al mismo tiempo organizar legislativa y políticamente los territorios que conquistaba.

Tres veces inició Bolívar la conquista de Venezuela para la independencia en apenas ocho años. Todas, con mayor o menor brillantez por su parte, fracasaron. Sin embargo, en 1818, desembarcó en Tierra Firme para liberar, de manera definitiva, a los venezolanos del dominio español. Dos repúblicas venezolanas, con sus respectivas constituciones, se hundieron.

Este gran legislador supo levantarse, y con él a todo un país, para formar otra nueva estructura política. Su fuerza le llevó a seguir adelante, a no conformase con liberar y estructurar su país. Bolívar hizó lo propio –con más o menos escollos- en las actuales Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia.

La tarea de este gran personaje viene relatada en la obra de John Lynch como una constante lucha.

Los contendientes: el incansable Bolívar y los casi insalvables escollos que se le presentaban. No obstante, el “hombre de las dificultades” era capaz de irlas superando. Incluso parece que al final, después de tanto tiempo, podrá vencer. Hoy sabemos que no fue así. Bolívar solo logró un triunfo parcial: la Gran Colombia se desmembró, y sus resto cayeron en las garras de un sinfín de caudillos. Sin embargo, su aventura mereció la fama que hoy se le tributa.

A mi juicio, el gran mérito del incansable Bolívar fue iniciar las sucesivas guerras sabiendo qué medidas políticas y legislativas quería aplicar en los territorios liberados del maltrecho yugo español. La Carta de Jamaica (1815) o el Discurso de Angostura (1819) constituyen dos buenos ejemplos de ese convencimiento de que a toda lucha armada ha de precederle un plan de posguerra.

Bibliografía:

[1] Simón Bolívar; John Lynch – Barcelona – Crítica – 2006.

[2] Historia Universal Contemporánea I; Javier Paredes (Coord.) – Barcelona – Ariel – 2004.

[3] La emancipación de Hispanoamérica; Jaime Delgado Martín

[4] Las revoluciones hispanoamericanas 1808-1826; John Lynch – Barcelona – Ariel- 2008.

[5] Obras completas I, II y III; Simón Bolívar – La Habana – Lex – 1950.