Representa una línea del tiempo desde 1474 hasta 1700, situando en ella los principales acontecimientos históricos


VIGÉSIMOPRIMER ESTÁNDAR DEL TEMARIO QUE, DE ACUERDO CON LO ESTIPULADO POR LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN DE CASTILLA Y LEÓN, PODRÁ SER OBJETO DE EXAMEN EN LA EBAU, ANTIGUA SELECTIVIDAD.

1474. Isabel I se proclama reina de Castilla.
1474-1479. Guerra entre Isabel I y Juana la Beltraneja por el trono castellano.
1475. Concordia de Segovia.
1482-1492. Guerra de Granada.
1486. Sentencia arbitral de Guadalupe.
1492. Los Reyes Católicos conquistan Granada.
1492. Expulsión de los judíos.
1492. Descubrimiento de América.
1493. Bula Inter Caetera.
1594. Tratado de Tordesillas
1503. Se establece en Sevilla la Casa de la Contratación.
1504. Muerte de Isabel la Católica.
1505. Leyes de Toro.
1512. Leyes de Burgos.
1513. Núñez de Balboa llega al océano Pacífico.
1516. Muerte de Fernando el Católico.
1516. Carlos I, rey de Castilla y Aragón.
1518. Hernán Cortés inicia la conquista de México.
1519. Carlos I es elegido emperador.
1520. Carlos V es coronado emperador en Aquisgrán.
1520. Magallanes atraviesa el Cabo de Hornos.
1520-1522. Revuelta de las Germanías.
1520-1522. Revuelta de las Comunidades.
1521. Batalla de Villalar.
1522. Juan Sebastián Elcano da la primera vuelta al mundo.
1524. Constitución del Consejo de Indias.
1525. Batalla de Pavía.
1526. Constitución de la Liga de Cognac contra Carlos V.
1527. Sacco de Roma.
1529. Los turcos ponen cerco a Viena.
1531. Los príncipes protestantes constituyen la Liga de Smalkalda.
1532. Francisco Pizarro inicia la conquista del Perú.
1535. Constitución del virreinato de Nueva España.
1535. Carlos I toma Túnez.
1541. Carlos I fracasa al tratar de tomar Argel.
1542. Constitución del virreinato del Perú.
1542. Aprobación de las Leyes Nuevas.
1545. Inicio de las reuniones del Concilio de Trento.
1547. Carlos V derrota a los príncipes alemanes en Mühlberg.
1552. Francia y los príncipes alemanes se alían contra Carlos V.
1555. Paz de Augsburgo.
1556. Abdicación de Carlos I.
1556. Felipe II, rey de la Monarquía Hispánica.
1557. Victoria de Felipe II en San Quintín.
1559. Paz de Cateau-Cambrésis entre España y Francia.
1561. La Corte se traslada a Madrid.
1567. Felipe II envía al duque de Alba a Flandes.
1568. Sublevación del príncipe de Orange en los Países Bajos.
1571. Batalla de Lepanto.
1579. Formación de la Unión de Arras.
1579. Formación de la Unión de Utrecht.
1580. Unión Ibérica.
1588. Derrota de la Armada Invencible.
1598. Paz de Vervins entre España y Francia.
1598. Felipe III, rey de la Monarquía Hispánica.
1599. Inicio del valimiento del duque de Lerma.
1604. Tratado de Londres.
1609. Tregua de los Doce Años.
1609. Expulsión de los moriscos.
1618. Inicio del valimiento del duque de Uceda.
1618-1648. Guerra de los Treinta Años.
1621. Felipe IV, rey de la Monarquía Hispánica.
1621. Inicio del valimiento del conde-duque de Olivares.
1624. Olivares presenta el Gran Memorial.
1625. Olivares presenta la Unión de Armas.
1625. Rendición de Breda.
1635. Francia declara la guerra a la Monarquía Hispánica.
1640. Rebelión de Portugal, Cataluña, Andalucía y Nápoles.
1643. Caída del conde-duque de Olivares.
1643. Derrota de Rocroi.
1644. Las tropas españolas recuperan Lérida.
1648. Paz de Westfalia.
1648. Tratado de Münster: independencia de las Provincias Unidas.
1652. Las tropas españolas conquistan Barcelona.
1659. Paz de los Pirineos.
1665. Carlos II, rey de la Monarquía Hispánica.
1665. Regencia de Mariana de Austria y valimiento de Nithard.
1668. Tratado de Lisboa: independencia de Portugal.
1669. Inicio del valimiento de Valenzuela.
1677. Gobierno de don Juan José de Austria.
1680. Gobierno del duque de Medinacelli.
1685. Gobierno del conde de Oropesa.
1697. Paz de Ryswijk con Francia.
1700. Muerte de Carlos II.

Analiza la política respecto a América en el siglo XVI y sus consecuencias para España, Europa y la población americana


VIGÉSIMO ESTÁNDAR DEL TEMARIO QUE, DE ACUERDO CON LO ESTIPULADO POR LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN DE CASTILLA Y LEÓN, PODRÁ SER OBJETO DE EXAMEN EN LA EBAU, ANTIGUA SELECTIVIDAD.

Siguiendo lo indicado en el enunciado de la pregunta, dedicaremos un primer párrafo a la explicación de la organización política de la América española, así como a las instituciones más importantes de la administración colonial. Posteriormente se dedicará un apartado a sus consecuencias, tanto para la Monarquía Hispánica como para los restantes estados europeos y la población autóctona americana.

Después del descubrimiento de 1492, los nuevos territorios fueron incorporados a la Corona de Castilla, desde donde se ejerció su control político y económico. Para ello se fundó, en 1524, el Consejo de Indias, de él dependía la Casa de la Contratación, organismo con sede en Sevilla fundado en 1503. La administración política de los territorios americanos siguió el modelo castellano, si bien se tomó la figura del virrey procedente de la tradición aragonesa.

En el ámbito económico, la principal consecuencia para España del descubrimiento y conquista de América fue la llegada de abundantes productos, muchos de ellos desconocidos en Europa, así como de metales preciosos. Estos pasaron a convertirse en una fuente de ingresos esencial para la monarquía, pues el rey era el titular de las minas americanas. Su explotación era concedida a cambio del llamado “quinto real”; es decir, el 20% de la producción. A esto hemos de añadir lo que supuso para Sevilla ser sede de la Casa de la Contratación, institución desde donde se controlaba el comercio y se organizaban las expediciones al Nuevo Mundo. Esta ciudad, al ser la única que contaba con ese derecho, se vio notablemente favorecida en esa época.

La llegada de los metales preciosos –especialmente plata- de América, permitió también que se produjera una importante expansión económica en la Europa del XVI. Esto se manifestó, fundamentalmente, en una mayor circulación de moneda y en el enriquecimiento de los principales comerciantes del continente. Más tarde, el empleo generalizado de productos agrarios como la patata y el maíz, también produjeron un importante avance para la mejora de la alimentación de los europeos. Ahora bien, el capitalismo no solo debe a América la expansión monetaria del siglo XVI, sino también un intenso proceso de acumulación de capitales. Estos se invirtieron, en primer lugar, en el comercio y, posteriormente, en la agricultura y en la industria británica.

En lo que se refiere a la población indígena, cabe destacar que, para el trabajo de las minas, los españoles emplearon a los autóctonos mediante la mita. Este sistema de origen incaico les obligaba a trabajar en ellas a cambio de un paupérrimo salario. A esto hemos de añadir que, la necesidad creciente de mano de obra, unida al descenso demográfico de los nativos, endureció estas labores. La consecuencia más grave de todo esto la disminución de la esperanza de vida para este grupo de población.

Otro efecto de la colonización para la población americana fue el enrolamiento obligatorio en plantaciones agrícolas, las llamadas encomiendas. Ahora bien, los altos niveles de mortandad que afectaron a la zona del Caribe, llevó a que los españoles optaran por trasladar africanos a América con el fin de sustituir a los indígenas ya fallecidos en las mencionadas plantaciones.

Compara los imperios territoriales de Carlos I y el de Felipe II, y explica los diferentes problemas que acarrearon


DECIMONOVENO ESTÁNDAR DEL TEMARIO QUE, DE ACUERDO CON LO ESTIPULADO POR LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN DE CASTILLA Y LEÓN, PODRÁ SER OBJETO DE EXAMEN EN LA EBAU, ANTIGUA SELECTIVIDAD.

Con el fin de desarrollar, de manera completa y organizada, la comparación entre las posesiones de Carlos I y Felipe II, se abordará, en primer lugar, el ámbito territorial de cada uno de esos imperios. Posteriormente se señalarán las principales diferencias entre ambos, así como los problemas a los que tuvo que enfrentarse cada uno de esos monarcas.

Al iniciar su reinado en 1516, Carlos I heredó los siguientes territorios: de sus abuelos maternos –los Reyes Católicos-, las Coronas de Castilla y Aragón con sus posesiones en Italia, el norte de África y las tierras descubiertas en el continente americano. De su abuela materna, María de Borgoña, recibió el Franco Condado, los Países Bajos y Borgoña. Además, a la muerte de su abuelo paterno, Maximiliano de Austria, heredó también sus posesiones en Alemania y Austria, así como los derechos al título de emperador del Sacro Imperio Germánico.

Al final de su reinado, tras las firma de la Paz de Augsburgo (1555) con los príncipes protestantes, Carlos I decidió renunciar al poder y vivir sus últimos años retirado en el monasterio de Yuste. De esta manera, dividió sus posesiones entre su hermano Fernando, a quien cedió el título imperial y los Estados alemanes, y su hijo Felipe, a quien traspasó la Monarquía Hispánica, a los que sumó los territorios borgoñones en los Países Bajos. Aunque al comienzo de su reinado Felipe II (1556) Felipe II era, tanto en territorios como en fuerza militar, el rey más poderoso del continente europeo, logró aumentar sus posesiones a lo largo de las tres décadas siguientes. A la expansión en América y en Asia, donde hemos de destacar la conquista de las islas Filipinas, hay que añadir la anexión del reino de Portugal, la llamada Unión Ibérica de 1580.

A la hora de abordar las dificultades a las que se enfrentó Carlos I, se ha de tener en cuenta, en primer término, la herencia recibida: un conjunto heterogéneo de territorios que solamente tenían en común a su monarca. Estos se hallaban dispersos por Europa, así como por los recién descubiertos territorios americanos. Esos problemas de desunión territorial se contrarrestaron con una política integradora en la que el monarca se sirvió fundamentalmente de dos instrumentos: el mantenimiento de la unidad religiosa en torno al catolicismo y la idea de una monarquía universal.

En lo que a política exterior se refiere, el reinado de Carlos I se caracterizó por la defensa de los intereses dinásticos de los Austrias. Tanto en su caso como en el de su hijo Felipe, los problemas que padecieron por su legado territorial se debieron a tener como primer objetivo mantener los territorios recibidos de su familia. A esto hemos de añadir los intentos por mantener la hegemonía político-militar en Europa y la defensa del catolicismo. Desde esta perspectiva se explican los principales problemas de su reinado: el enfrentamiento con Francia y con los turcos, y la lucha contra la expansión del luteranismo en Alemania.

Por su parte, Felipe II le concedió más importancia a los reinos hispánicos. Ahora bien, como hemos referido, siguieron prevaleciendo los intereses dinásticos sobre los propiamente españoles. Su objetivo de mantener la hegemonía en Europa generó también constantes focos de conflictos: enfrentamientos con el Imperio Otomano (batalla de Lepanto, 1571), con Provincias Unidas (1568) e Inglaterra (1588).

Economía y sociedad en tiempos de los Austrias mayores


Con el fin de sintetizar el temario de 2º de Bachillerato, he elaborado una serie de vídeos breves sobre la historia de España desde Atapuerca hasta la Transición. Por tanto, el objetivo no es abordar los contenidos en su totalidad, sino establecer una serie de pautas que permitan ampliar la información en el aula, ya sea con explicaciones del profesor o trabajo individual y grupal de los alumnos.

Este vídeo pertenece a la sexta unidad didáctica y resume la situación social y económica de la Monarquía Hispánica durante el siglo XVI. Esta información se complementa con una serie de clases sobre el Imperio de Carlos I, el reinado de Felipe II y el modelo político de los Austrias.

El modelo político de los Austrias


Con el fin de sintetizar el temario de 2º de Bachillerato, he elaborado una serie de vídeos breves sobre la historia de España desde Atapuerca hasta la Transición. Por tanto, el objetivo no es abordar los contenidos en su totalidad, sino establecer una serie de pautas que permitan ampliar la información en el aula, ya sea con explicaciones del profesor o trabajo individual y grupal de los alumnos.

Este vídeo pertenece a la sexta unidad didáctica y explica el funcionamiento del sistema político e institucional hispánico durante el siglo XVI. Esta información se complementa con una serie de clases sobre el Imperio de Carlos I, el reinado de Felipe II y la economía y sociedad durante el siglo XVI.

El reinado de Felipe II


Con el fin de sintetizar el temario de 2º de Bachillerato, he elaborado una serie de vídeos breves sobre la historia de España desde Atapuerca hasta la Transición. Por tanto, el objetivo no es abordar los contenidos en su totalidad, sino establecer una serie de pautas que permitan ampliar la información en el aula, ya sea con explicaciones del profesor o trabajo individual y grupal de los alumnos.

Este vídeo pertenece a la sexta unidad didáctica y aborda los principales aspectos del reinado de Felipe II, haciendo especial hincapié en los enemigos de la Monarquía Hispánica. Esta información se complementa con una serie de clases sobre el Imperio de Carlos I, el modelo político de los Austrias y la economía y sociedad durante el siglo XVI.

 

Presentación: El Imperio de Carlos V


Durante el curso 2015-2016 elaboré este Prezi para explicar en 2º de ESO el reinado de Carlos V. Posteriormente he realizado algunos ajustes que me han servido para ponerlo de fondo en algunos de los vídeos sobre esa materia. Para consultar la presentación haz click aquí.

El Estatúder en el gobierno de las Provincias Unidas


El 23 de enero de 1579, diez de las provincias del norte de los Países Bajos firmaron la Unión de Utrecht, un acuerdo político en el que estos territorios se comprometían a mantener su rebelión contra el poder militar más importante de la época: la Monarquía Hispánica de Felipe II. Fue en ese contexto donde surgió la figura del Estatúder de las Provincias Unidas, que recayó sobre la persona de Guillermo I, príncipe de Orange.

Sin embargo, el origen de ese cargo es anterior en el tiempo a la Unión de Utrecht, y guarda relación con el Imperio de Carlos V. En neerlandés significa lugarteniente, y hace referencia a la persona de confianza que el emperador dejaba al cargo de los Países Bajos en su ausencia. Posteriormente, como hemos indicado, las provincias rebeldes mantuvieron el término vaciándolo de contenido. Es más, Guillermo de Orange pasó a convertirse en Estatúder y Capitán General en la lucha contra la monarquía que había creado esa figura varias décadas antes.

Una vez aclarado el origen del título, procederemos a explicar qué funciones desempeñaba. En plena guerra contra Felipe II y sus sucesores –la llamada Guerra de los Ochenta Años- el Estatúder asumió el mando militar de las tropas rebeldes. Además, tenía responsabilidades ejecutivas, si bien su acción de gobierno estaba bajo el control de los Estados Generales. De hecho, esta cámara de representantes de los tres estamentos era la máxima autoridad de las Provincias Unidas.

Para terminar conviene dejar claro que el Estatúder Guillermo I al que nos hemos referido anteriormente, no es el príncipe de Orange que terminó siendo rey consorte de Inglaterra, Gales y Escocia tras la Revolución Gloriosa de 1688. Este último fue uno de sus sucesores, Guillermo III, esposo de María II Estuardo.

El reinado de Felipe II

Clase pensada para alumnos de 2º de ESO dentro de una experiencia de flipped learning. En este vídeo se aborda el reinado de Felipe II, uno de los monarcas más poderoso de todos los tiempos. La explicación cuenta con un repaso de los problemas internos, la política exterior y la situación económica. Ese contenido se complementa con otras tres entradas: una dedicada al Imperio de Carlos V, otra a la Monarquía Hispánica en el siglo XVII y, por último, un vídeo sobre la conquista y administración de la América española.

El siglo XVI

1. Introducción

El establecimiento del Estado Moderno en los reinos hispánicos por obra de los Reyes Católicos inició el tránsito hacia la Edad Moderna. Con el Estado Moderno se instauró una cierta capacidad unificadora de los reinos hispánicos basada en la lealtad al soberano. Así se produjo la unión de entidades con distinta personalidad, unión que se fortaleció con la llegada de la dinastía de los Austrias.

Durante el siglo XVI y hasta mediados del XVII, los reinos que constituían la Corona española, dirigidos por Castilla, desempeñaron un papel de primera potencia mundial. Esto se debía, en buena medida, a la fuerza que representaba la posesión de los territorios americanos, recientemente descubiertos y conquistados.

En paralelo a este ámbito de carácter político, se desarrollaron otros dos fenómenos destacados. Por un lado, la expansión económica de Europa occidental, bajo el signo de los primeros indicios de capitalismo. Por otro, un extraordinario desarrollo cultura, primero con el Renacimiento y más tarde con el Barroco.

1. El Imperio de Carlos V. Conflictos internos: Comunidades y Germanías.

– Páginas 79 a 82 (hasta «La Monarquía Hispánica de Felipe II»): Historia de España, Santillana, 2º de Bachillerato.

2. La Monarquía Hispánica de Felipe II.

– Páginas  82 a 85 (hasta «La organización institucional bajo los Austrias»): Historia de España, Santillana, 2º de Bachillerato.

3. La unidad ibérica.

– Página 85 (segundo párrafo): Historia de España, Santillana, 2º de Bachillerato.

4. El modelo político de los Austrias.

Página 85 (desde «La organización institucional bajo los Austrias»): Historia de España, Santillana, 2º de Bachillerato.

5. Economía, sociedad y cultura en la España del siglo XVI.

Expansión demográfica.

A finales del siglo XV la Corona de Castilla tenía 5 millones de habitantes, la Corona de Aragón 800.000 y Navarra 120.000. En su mayoría se trataba de una población rural, que vivía en núcleos de menos de 2.000 habitantes. En Castilla, sólo algunas ciudades como Burgos, Valladolid, Salamanca, Medina del Campo, Toledo, Málaga o Granada superaban los 10.000 habitantes. Sevilla era el mayor centro económico, y contaba con 45.000 habitantes. Por su parte, las capitales de la Corona de Aragón (Zaragoza, Barcelona, Palma) superaban también los 10.000 habitantes. Valencia, con unos 75.000 habitantes, era una gran ciudad en la época.

La población hispana debió disminuir a finales de siglo, a consecuencia de la expulsión de unos 150.000 judíos y la marcha de alrededor de 200.000 granadinos en 1492. La evolución demográfica del siglo XVI fue positiva, a pesar de las epidemias, las hambrunas y las migraciones. Aunque no contamos con cifras exactas, un recuento de población de 1591 sitúa a los reinos en 8 millones de habitantes, de los cuales tres cuartas partes vivía en la Corona de Castilla.

En el siglo XVI el crecimiento vegetativo se veía favorecido por una natalidad muy alta, en torno al 35-40 por mil, sobre todo entre los moriscos del Reino de Valencia. Sin embargo, la mortalidad también era alta y llegaba a ser enorme en el caso de la infantil.

La sociedad del siglo XVI.

Tenía una estructura jerárquica basada en el privilegio; es decir, se trataba de una sociedad estamental (nobles, clero, estado llano), pero en la que existía una cierta movilidad: se podía pasar de hidalgo a caballero, de caballero a nobleza titulada, de la burguesía mercantil a la nobleza, por nombramiento o por compra.

Después de la expulsión de los moriscos, la población había quedado unificada desde el punto de vista religioso, pero eso no significó que la cuestión de la limpieza de sangre perdiera importancia. La ausencia de esta excluía a los descendientes de conversos de los cargos públicos, los beneficios eclesiásticos, las enmiendas militares o la enseñanza universitaria.

Los nobles con título eran más de 100 en Castilla y unos 50 en Aragón. Las Leyes de Toro (1505) les habían otorgado el privilegio de establecer mayorazgos (título y bienes quedaban adscritos al derecho de primogenitura). A su vez, Carlos I había creado el título de Grande para los nobles de mayor categoría. Además, había más de cien mil familias hidalgas en Castilla, equiparables a los barones catalanes y a los infanzones aragoneses.

Nobles e hidalgos estaban exentos de pagar tributos y hacían alarde de no profanar sus manos en empresas industriales y mercantiles, lo que perjudicó enormemente a la economía del país.

El clero, también estamento privilegiado, era muy numeroso en estos siglos (se calcula en torno a 100.000 personas). Tenía poder económico, influencia social y política. Vivía de los diezmos y de las rentas de sus propiedades, que por estar adscritas a instituciones eclesiásticas recibieron el nombre de manos muertas. Tenía una estrecha relación con la nobleza, en parte porque los altos cargos de la Iglesia solían recaer en los hijos segundones de la nobleza.

Los campesinos constituían el 80% de la población. La mayoría de ellos no poseía tierras y trabajaban como colonos de los nobles y de la Iglesia. Sobre ellos recaían pesadas cargas fiscales: diezmos, impuestos reales, derechos señoriales, cánones de arriendo… En Cataluña, liberados los payeses de remensa en tiempos de Fernando II, obtuvieron un cierto bienestar al establecerse el arriendo de tierras mediante contratos a largo plazo.

La sociedad urbana estaba constituida por caballeros, que ejercían los cargos públicos, artesanos, mercaderes y miembros de profesiones liberales. El servicio doméstico era numerosísimo y existía una amplia marginación social en torno a las minorías étnicas y a los oficios considerados degradantes. Pero sobre todo era impresionante la pobreza que, según se ha calculado, afectaba al 20% de la población, sobre todo durante la segunda mitad del XVII.

Economía: de la expansión a la decadencia.

A consecuencia de la apertura del mercado americano, la agricultura y la ganadería experimentaron una gran expansión en el siglo XVI. Se roturaron nuevas tierras y se amplió el cultivo del olivo y la vid en Andalucía. Los nobles y la Iglesia, que eran los propietarios de la mayor parte de las tierras, fueron los grandes beneficiados de esta coyuntura.

El XVI fue, además, el siglo del gran esplendor de la ganadería lanar castellana, que llegó a tener tres millones y medio de cabezas de ganado, en gran parte controladas por la Mesta. Fue muy importante la exportación de lana, hacia Flandes especialmente, a través de las ferias de Medina del Campo y del Consulado de Burgos.

El comercio con América, concentrado en Sevilla, fue muy floreciente durante gran parte del siglo XVI. Para proteger la navegación de ataques extranjeros, se estableció un sistema de flotas, con dos tipos de naves: las normales de carga y los galeones, armados con cañones. Partían de Sevilla dos flotas anuales: en primavera hacia Veracruz y en verano hacia Panamá. Desde los puertos de llegada las mercancías se distribuían por los diferentes territorios americanos, donde llegaban a alcanzar precios hasta veinte veces superiores a los de Sevilla.

Un gran problema económico de la época de los Austrias fue la inflación, denominada revolución de los precios. Según estudios recientes, entre 1503 y 1560 entraron por la Casa de Contratación de Sevilla 185.000 kilos de oro y 16 millones de kilos de plata. Además, de forma clandestina, debió entrar una cantidad similar de ambos metales. La plata, cuya cantidad se multiplicó por tres, fue la principal responsable de la inflación. El alza de los precios fue incontenible: entre 1500 y 1600 se cuadriplicaron, siendo su momento culminante al año 1562.

Una parte importante de la riqueza provenientes de las Indias (el “quinto” real) estaba destinado a pagar deudas e intereses a banqueros extranjeros, alemanes y genoveses sobre todo. Por tanto, el Estado y el pueblo apenas se beneficiaron del exceso de riqueza, porque no se utilizó para desarrollar la economía del país, sino para pagar esas deudas.

Así, aunque hubo una industria lanera bastante desarrollada en Segovia, Toledo, Cuenca, Córdoba y en algunas ciudades de la Corona de Aragón, las importaciones eran excesivas. Esto, a su vez, produjo un notable incremento en el precio de los productos, que afecto no sólo a España, sino a toda Europa.

A finales del siglo XVI la Corona, que tenía una deuda de 12 millones de ducados, hubo de recurrir a nuevos impuestos. Entre ellos se encontraba la sisa, que encareció los alimentos básicos: carne, vino, aceite y vinagre. Pero aún así no pudo hacer frente a los gastos y en 1596 se produjo una quiebra (la tercera del reinado de Felipe II): el Estado no estaba en condiciones de pagar las deudas.

Cultura: del Renacimiento a la Contrarreforma.

Hacia 1520 estalló en los reinos hispánicos un problema de carácter religioso cuyo origen podía encontrarse en la imposición de la unidad religiosa por parte de los Reyes Católicos. En esos momentos se planteó el dilema que tanto había de influir en el desarrollo de la cultura española: el enfrentamiento entre la ortodoxia católica y el humanismo erasmista. Mientras algunos intelectuales, como Juan Luis Vives, aceptaban las doctrinas de Erasmo, los ortodoxos desaprobaban el erasmismo al considerarlo antesala del protestantismo. La actuación de la Inquisición fue definitiva para la condena y abandono del “sospechoso” erasmismo.

Durante el reinado de Felipe II se desarrollaron algunos focos de luteranismo, especialmente importantes fueron los de Valladolid y Sevilla, que fueron sofocados por el rey y por la Inquisición con gran dureza. En 1558 se prohibió la importación de libros extranjeros, y al año siguiente se prohibió a los estudiantes cursar estudios en otros países.

A partir de 1560 España se convirtió en uno de los más sólidos baluartes de la Contrarreforma, que contó con el apoyo de la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola en 1534. La religiosidad española tuvo algunas características de extraordinaria vitalidad, reflejada en el reformismo de las órdenes religiosas y en la literatura mística. Entre las principales figuras de este fenómeno destaca Santa Teresa de Jesús, autora del Libro de mi vida y de Las Moradas, donde relata sus experiencias místicas.

6. Conclusiones.