VÍDEOS DE CARÁCTER OBLIGATORIO
El Renacimiento y las ideas humanistas
El arte del Renacimiento: primera parte
El arte del Renacimiento: segunda parte
La difusión del Renacimiento
La Reforma protestante
La Contrarreforma católica
Clase pensada para alumnos de 2º de ESO dentro de una experiencia de flipped learning. En este vídeo se presentan las claves del gobierno de Carlos V, tanto a nivel de los reinos peninsulares como en el ámbito europeo. Ese contenido se complementa con las siguientes entradas: el reinado de Felipe II, el sistema de gobierno de los Austrias, la economía y sociedad en la España del XVI, los Austrias Menores, la decadencia de la Monarquía Hispánica y la situación socioeconómica durante el XVII.
Clase pensada para alumnos de 2º de ESO dentro de una experiencia de flipped learning. Este vídeo está dedicado a la Reforma católica o Contrarreforma, así como al Concilio de Trento y la fundación de la Compañía de Jesús. Ese contenido se complementa con las clases dedicadas al Renacimiento y el humanismo, el arte del Renacimiento (primera parte y segunda parte), la difusión del Renacimiento y la Reforma protestante.
El Imperio Bizantino: primera parte
El Imperio Bizantino: segunda parte
Origen y evolución del Imperio Carolingio
Organización política, economía, sociedad y cultura en el Imperio Carolingio
La evolución política del Islam
Organización política y económica del mundo islámico
Sociedad y cultura en el Islam medieval
El mundo en torno al año 1000
El sistema feudal: primera parte
El sistema feudal: segunda parte
El feudo y sus elementos
La economía feudal
La Iglesia medieval
La recuperación económica
El renacer de las ciudades
El fortalecimiento del poder monárquico
La crisis del siglo XIV
La peste negra
La evolución política de al-Ándalus
Economía y sociedad en la España musulmana
La cultura y el arte andalusí
El origen de los reinos cristianos: núcleos occidentales
El origen de los reinos cristianos: núcleos orientales
Los reinos de León y Castilla del siglo X al XII
La formación de la Corona de Aragón
La cultura en los reinos cristianos
La España musulmana del siglo XI al XV
Castilla y Aragón en los siglos XIII y XIV
Economía y sociedad en la Corona de Castilla
Economía y sociedad en la Corona de Aragón
Cultura y arte peninsular en la Baja Edad Media
Los orígenes de la Edad Moderna: economía y sociedad
Los orígenes de la Edad Moderna: las transformaciones políticas
Los Reyes Católicos: la Unión Dinástica
Los Reyes Católicos: las reformas internas
La política exterior de los Reyes Católicos
Economía y sociedad en época de los Reyes Católicos
Religión y cultura en época de los Reyes Católicos
Las grandes exploraciones oceánicas
Los pueblos precolombinos
El Renacimiento y el humanismo
El arte del Renacimiento: primera parte
El arte del Renacimiento: segunda parte
La difusión del Renacimiento
La Reforma protestante
La Contrarreforma católica
La época de Carlos V
El reinado de Felipe II
La conquista y colonización de América
Economía y sociedad en América
La crisis de la Monarquía Hispánica
Los Austrias del siglo XVII
Crisis y transformaciones en el siglo XVII
Los nuevos Estados barrocos
La revolución científica
El arte del Barroco: primera parte
El arte del Barroco: segunda parte
El arte del Barroco: tercera parte
Acta de Supremacía: norma aprobada bajo el reinado de Enrique VIII de Inglaterra. En ella el rey se proclamaba cabeza de la Iglesia anglicana y, por tanto, rompía con el catolicismo.
Cinquecento: segunda etapa del Renacimiento que, en líneas generales, coincide con el siglo XVI. Fue el periodo de madurez y difusión de las nuevas ideas, siendo Roma el principal foco cultural de la época.
Concilio de Trento: reunión de las principales autoridades y teólogos católicos en 1545. Tenía como objetivo reformar la Iglesia y dar respuesta al creciente desafío del protestantismo.
Humanismo: movimiento cultural propio del Renacimiento que tuvo como principales rasgos el antropocentrismo, la admiración por el mundo grecolatino y el espíritu crítico.
Luteranismo: doctrina cristiana ideada por el monje agustino Martín Lutero e comienzos del siglo XVI. Fue la primera expresión del protestantismo y se basó en las 95 tesis publicadas en 1517.
Mecenas: personas acomodadas y con inquietudes culturales y artísticas que daban protección y apoyo a los artistas mediante la financiación o encargo de obras de arte.
Quattrocento: primera etapa del Renacimiento que, en líneas generales, coincide con el siglo XV. Fue el periodo de redescubrimiento del mundo clásico, siendo la ciudad de Florencia el principal foco cultural de la época.
Reforma: movimiento religioso que se produjo en Europa durante el siglo XVI y que tuvo, como principal consecuencia, la aparición de la iglesias protestantes y, por consiguiente, la ruptura de la unidad del cristianismo occidental.
Renacimiento: movimiento cultural surgido en Italia en el XV que, en el siglo siguiente, se difundió por toda Europa. Hizo posible el retorno a los valores del mundo clásico, tanto desde el punto filosófico como artístico, así como el surgimiento del humanismo.
Secularización: pérdida de influencia de la religión en cuestiones relacionadas con la vida cotidiana, intelectual y cultural.
Sfumato: técnica pictórica ideada por Leonardo da Vinci que consiste en difuminar los contornos para aumentar la profundidad.
Clase pensada para alumnos de 2º de ESO dentro de una experiencia de flipped learning. En este vídeo se explican las principales características de la Reforma protestante, así como la biografía de los principales reformadores. También se aborda la Reforma católica, conocida comúnmente como Contrarreforma. Ese contenido se complementa con dos entradas: una dedicada a las características del humanismo y el Renacimiento, y otra a las manifestaciones artísticas del periodo.
1. Introducción
El establecimiento del Estado Moderno en los reinos hispánicos por obra de los Reyes Católicos inició el tránsito hacia la Edad Moderna. Con el Estado Moderno se instauró una cierta capacidad unificadora de los reinos hispánicos basada en la lealtad al soberano. Así se produjo la unión de entidades con distinta personalidad, unión que se fortaleció con la llegada de la dinastía de los Austrias.
Durante el siglo XVI y hasta mediados del XVII, los reinos que constituían la Corona española, dirigidos por Castilla, desempeñaron un papel de primera potencia mundial. Esto se debía, en buena medida, a la fuerza que representaba la posesión de los territorios americanos, recientemente descubiertos y conquistados.
En paralelo a este ámbito de carácter político, se desarrollaron otros dos fenómenos destacados. Por un lado, la expansión económica de Europa occidental, bajo el signo de los primeros indicios de capitalismo. Por otro, un extraordinario desarrollo cultura, primero con el Renacimiento y más tarde con el Barroco.
1. El Imperio de Carlos V. Conflictos internos: Comunidades y Germanías.
– Páginas 79 a 82 (hasta “La Monarquía Hispánica de Felipe II”): Historia de España, Santillana, 2º de Bachillerato.
2. La Monarquía Hispánica de Felipe II.
– Páginas 82 a 85 (hasta “La organización institucional bajo los Austrias”): Historia de España, Santillana, 2º de Bachillerato.
3. La unidad ibérica.
– Página 85 (segundo párrafo): Historia de España, Santillana, 2º de Bachillerato.
4. El modelo político de los Austrias.
Página 85 (desde “La organización institucional bajo los Austrias”): Historia de España, Santillana, 2º de Bachillerato.
5. Economía, sociedad y cultura en la España del siglo XVI.
Expansión demográfica.
A finales del siglo XV la Corona de Castilla tenía 5 millones de habitantes, la Corona de Aragón 800.000 y Navarra 120.000. En su mayoría se trataba de una población rural, que vivía en núcleos de menos de 2.000 habitantes. En Castilla, sólo algunas ciudades como Burgos, Valladolid, Salamanca, Medina del Campo, Toledo, Málaga o Granada superaban los 10.000 habitantes. Sevilla era el mayor centro económico, y contaba con 45.000 habitantes. Por su parte, las capitales de la Corona de Aragón (Zaragoza, Barcelona, Palma) superaban también los 10.000 habitantes. Valencia, con unos 75.000 habitantes, era una gran ciudad en la época.
La población hispana debió disminuir a finales de siglo, a consecuencia de la expulsión de unos 150.000 judíos y la marcha de alrededor de 200.000 granadinos en 1492. La evolución demográfica del siglo XVI fue positiva, a pesar de las epidemias, las hambrunas y las migraciones. Aunque no contamos con cifras exactas, un recuento de población de 1591 sitúa a los reinos en 8 millones de habitantes, de los cuales tres cuartas partes vivía en la Corona de Castilla.
En el siglo XVI el crecimiento vegetativo se veía favorecido por una natalidad muy alta, en torno al 35-40 por mil, sobre todo entre los moriscos del Reino de Valencia. Sin embargo, la mortalidad también era alta y llegaba a ser enorme en el caso de la infantil.
La sociedad del siglo XVI.
Tenía una estructura jerárquica basada en el privilegio; es decir, se trataba de una sociedad estamental (nobles, clero, estado llano), pero en la que existía una cierta movilidad: se podía pasar de hidalgo a caballero, de caballero a nobleza titulada, de la burguesía mercantil a la nobleza, por nombramiento o por compra.
Después de la expulsión de los moriscos, la población había quedado unificada desde el punto de vista religioso, pero eso no significó que la cuestión de la limpieza de sangre perdiera importancia. La ausencia de esta excluía a los descendientes de conversos de los cargos públicos, los beneficios eclesiásticos, las enmiendas militares o la enseñanza universitaria.
Los nobles con título eran más de 100 en Castilla y unos 50 en Aragón. Las Leyes de Toro (1505) les habían otorgado el privilegio de establecer mayorazgos (título y bienes quedaban adscritos al derecho de primogenitura). A su vez, Carlos I había creado el título de Grande para los nobles de mayor categoría. Además, había más de cien mil familias hidalgas en Castilla, equiparables a los barones catalanes y a los infanzones aragoneses.
Nobles e hidalgos estaban exentos de pagar tributos y hacían alarde de no profanar sus manos en empresas industriales y mercantiles, lo que perjudicó enormemente a la economía del país.
El clero, también estamento privilegiado, era muy numeroso en estos siglos (se calcula en torno a 100.000 personas). Tenía poder económico, influencia social y política. Vivía de los diezmos y de las rentas de sus propiedades, que por estar adscritas a instituciones eclesiásticas recibieron el nombre de manos muertas. Tenía una estrecha relación con la nobleza, en parte porque los altos cargos de la Iglesia solían recaer en los hijos segundones de la nobleza.
Los campesinos constituían el 80% de la población. La mayoría de ellos no poseía tierras y trabajaban como colonos de los nobles y de la Iglesia. Sobre ellos recaían pesadas cargas fiscales: diezmos, impuestos reales, derechos señoriales, cánones de arriendo… En Cataluña, liberados los payeses de remensa en tiempos de Fernando II, obtuvieron un cierto bienestar al establecerse el arriendo de tierras mediante contratos a largo plazo.
La sociedad urbana estaba constituida por caballeros, que ejercían los cargos públicos, artesanos, mercaderes y miembros de profesiones liberales. El servicio doméstico era numerosísimo y existía una amplia marginación social en torno a las minorías étnicas y a los oficios considerados degradantes. Pero sobre todo era impresionante la pobreza que, según se ha calculado, afectaba al 20% de la población, sobre todo durante la segunda mitad del XVII.
Economía: de la expansión a la decadencia.
A consecuencia de la apertura del mercado americano, la agricultura y la ganadería experimentaron una gran expansión en el siglo XVI. Se roturaron nuevas tierras y se amplió el cultivo del olivo y la vid en Andalucía. Los nobles y la Iglesia, que eran los propietarios de la mayor parte de las tierras, fueron los grandes beneficiados de esta coyuntura.
El XVI fue, además, el siglo del gran esplendor de la ganadería lanar castellana, que llegó a tener tres millones y medio de cabezas de ganado, en gran parte controladas por la Mesta. Fue muy importante la exportación de lana, hacia Flandes especialmente, a través de las ferias de Medina del Campo y del Consulado de Burgos.
El comercio con América, concentrado en Sevilla, fue muy floreciente durante gran parte del siglo XVI. Para proteger la navegación de ataques extranjeros, se estableció un sistema de flotas, con dos tipos de naves: las normales de carga y los galeones, armados con cañones. Partían de Sevilla dos flotas anuales: en primavera hacia Veracruz y en verano hacia Panamá. Desde los puertos de llegada las mercancías se distribuían por los diferentes territorios americanos, donde llegaban a alcanzar precios hasta veinte veces superiores a los de Sevilla.
Un gran problema económico de la época de los Austrias fue la inflación, denominada revolución de los precios. Según estudios recientes, entre 1503 y 1560 entraron por la Casa de Contratación de Sevilla 185.000 kilos de oro y 16 millones de kilos de plata. Además, de forma clandestina, debió entrar una cantidad similar de ambos metales. La plata, cuya cantidad se multiplicó por tres, fue la principal responsable de la inflación. El alza de los precios fue incontenible: entre 1500 y 1600 se cuadriplicaron, siendo su momento culminante al año 1562.
Una parte importante de la riqueza provenientes de las Indias (el “quinto” real) estaba destinado a pagar deudas e intereses a banqueros extranjeros, alemanes y genoveses sobre todo. Por tanto, el Estado y el pueblo apenas se beneficiaron del exceso de riqueza, porque no se utilizó para desarrollar la economía del país, sino para pagar esas deudas.
Así, aunque hubo una industria lanera bastante desarrollada en Segovia, Toledo, Cuenca, Córdoba y en algunas ciudades de la Corona de Aragón, las importaciones eran excesivas. Esto, a su vez, produjo un notable incremento en el precio de los productos, que afecto no sólo a España, sino a toda Europa.
A finales del siglo XVI la Corona, que tenía una deuda de 12 millones de ducados, hubo de recurrir a nuevos impuestos. Entre ellos se encontraba la sisa, que encareció los alimentos básicos: carne, vino, aceite y vinagre. Pero aún así no pudo hacer frente a los gastos y en 1596 se produjo una quiebra (la tercera del reinado de Felipe II): el Estado no estaba en condiciones de pagar las deudas.
Cultura: del Renacimiento a la Contrarreforma.
Hacia 1520 estalló en los reinos hispánicos un problema de carácter religioso cuyo origen podía encontrarse en la imposición de la unidad religiosa por parte de los Reyes Católicos. En esos momentos se planteó el dilema que tanto había de influir en el desarrollo de la cultura española: el enfrentamiento entre la ortodoxia católica y el humanismo erasmista. Mientras algunos intelectuales, como Juan Luis Vives, aceptaban las doctrinas de Erasmo, los ortodoxos desaprobaban el erasmismo al considerarlo antesala del protestantismo. La actuación de la Inquisición fue definitiva para la condena y abandono del “sospechoso” erasmismo.
Durante el reinado de Felipe II se desarrollaron algunos focos de luteranismo, especialmente importantes fueron los de Valladolid y Sevilla, que fueron sofocados por el rey y por la Inquisición con gran dureza. En 1558 se prohibió la importación de libros extranjeros, y al año siguiente se prohibió a los estudiantes cursar estudios en otros países.
A partir de 1560 España se convirtió en uno de los más sólidos baluartes de la Contrarreforma, que contó con el apoyo de la Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola en 1534. La religiosidad española tuvo algunas características de extraordinaria vitalidad, reflejada en el reformismo de las órdenes religiosas y en la literatura mística. Entre las principales figuras de este fenómeno destaca Santa Teresa de Jesús, autora del Libro de mi vida y de Las Moradas, donde relata sus experiencias místicas.
6. Conclusiones.