Alemania como bandera de la revolución mundial

“Y es que para los marxistas rusos la cosa estaba muy clara: una revolución proletario-socialista sólo podía tener lugar en un país plenamente industrial, en el que se pudiera relevar al capitalismo, y no en un país cuya mitad o sus tres cuartas partes todavía eran feudales, como Rusia, que primero debía realizar su revolución burguesa-capitalista. Y de todos los países capitalistas, Alemania, la tierra de Marx y Engels, que tenía el partido socialdemócrata más grande y fuerte y mejor organizado, era evidentemente el elegido para liderar el gran proceso histórico de transición del capitalismo al socialismo a escala mundial”.

Antes de 1917 ningún marxista serio y buen conocedor de la doctrina socialista hubiera podido imaginar que la revolución iba a iniciarse precisamente en Rusia. Es más, cuando Lenin tomó el tren que le llevó de Suiza a su tierra natal, muchos pensaron –eso afirma Sebastian Haffner- que había enloquecido.

Sin embargo, el líder de los bolcheviques no quería dejar pasar la oportunidad de hacer triunfar el socialismo en algún país, aunque fuese el menos indicado para ello.

Lenin creía que la revolución en Rusia era posible, pero no como un elemento independiente. Según se desprende de sus escritos y discursos, era imprescindible que en poco tiempo alguna nación capitalista con un alto grado de desarrollo económico siguiera el ejemplo ruso para convertirse en la bandera de la revolución mundial. Ese papel, no cabía la menor duda, debía desempeñarlo Alemania. La rusa debía quedar en la Historia socialista como la que dio el impulso a la verdadera revolución: la alemana. De ahí el empeño de los bolcheviques por extender las ideas revolucionarias a lo largo del territorio del II Reich. Así se entiende también ese pacto con el diablo imperial germano; esperaban que, de un momento a otro, ese aliado incómodo se convirtiera en fraternal amigo.

Bibliografía:

[1] El pacto con el diablo; Sebastian Haffner – Barcelona – Destino – 2007.

[2] Los siete pecados capitales del Imperio Alemán en la Primera Guerra Mundial; Sebastian Haffner – Barcelona – Destino – 2006.

[3] La revolución alemana de 1918-1919; Sebastian Haffner – Inédita – Barcelona – 2005.

[4] Historia Universal Contemporánea II; Javier Paredes (Coord.) – Barcelona – Ariel – 2004.

[5] La guerra del mundo: los conflictos del siglo XX y el declive de occidente (1904-1953); Niall Ferguson – Barcelona – Debate – 2007.

[6] La Primera Guerra Mundial; Hew Strachan – Barcelona – Crítica – 2004.

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