Antes de iniciar nuestro repaso a la Historia del Mundo Contemporáneo, es importante conocer de dónde partimos. Por ese motivo se dedican varios vídeos al Antiguo Régimen, el sistema político, económico y social que se desarrolló durante buena parte de la Edad Moderna. En esta clase nos detenemos a explicar las ideas fundamentales del movimiento ilustrado, y su información se complementa con los vídeos sobre el Antiguo Régimen, la monarquía absoluta, los estamentos nobiliar y clerical, el estado llano, la economía preindustrial, el régimen demográfico antiguo, las nuevas teoría económicas, los ilustrados y sus obras, las revoluciones inglesas del siglo XVII (primera y segunda parte) y el pensamiento político de John Locke.
Etiqueta: Ilustración
Los ilustrados y sus obras
Antes de iniciar nuestro repaso a la Historia del Mundo Contemporáneo, es importante conocer de dónde partimos. Por ese motivo se dedican varios vídeos al Antiguo Régimen, el sistema político, económico y social que se desarrolló durante buena parte de la Edad Moderna. Esta clase está dedicada a la Ilustración y su difusión por Europa, y su información se complementa con los vídeos sobre el Antiguo Régimen, la monarquía absoluta, los estamentos nobiliar y clerical, el estado llano, la economía preindustrial, el régimen demográfico antiguo, las nuevas teoría económicas, la Ilustración, las revoluciones inglesas del siglo XVII (primera y segunda parte) y el pensamiento político de John Locke.
Unidad 1. La crisis del Antiguo Régimen
DEFINICIONES UTILIZADAS EN EL PRIMER TEMA DE 4º DE ESO. EN ESTA UNIDAD DIDÁCTICA SE ABORDA LA EXPLICACIÓN DE LOS ASPECTOS POLÍTICOS, ECONÓMICOS Y SOCIALES DEL ANTIGUO RÉGIMEN, ASÍ COMO LAS CAUSAS DE SU DESAPARICIÓN EN INGLATERRA.
Absolutismo: forma de gobierno propia de la Edad Moderna por la cual el rey ostentaba todo el poder: hacía las leyes, era el principio de toda justicia –aunque delegaba en tribunales-, era la máxima autoridad administrativa, decidía sobre los gastos, y los impuestos se recaudaban en su nombre. Su condición de soberano absoluto era justificada por las teorías que lo consideraban la encarnación del Estado, así como por la voluntad divina.
Antiguo Régimen: sistema político, económico y social que, partiendo de las estructuras medievales, terminó por configurarse durante la Edad Moderna. Entre sus características cabe destacar el poder absoluto de los monarcas, la desigualdad social basada en los estamentos, una economía predominantemente agraria y de subsistencia y un escaso crecimiento vegetativo de la población.
Bill of Rights (Declaración de Derechos): documento que, como consecuencia de la Revolución Gloriosa de 1688 en Inglaterra, recortaba los poderes del rey, garantizaba las elecciones libres y otorgaba amplios poderes al Parlamento.
Derechos civiles: libertades y prerrogativas sociales inherentes a los ciudadanos de los sistemas democráticos. Algunos de sus mayores exponentes se encuentran en las declaraciones de derechos aprobadas por los regímenes liberarles desde finales del siglo XVII y, especialmente, en el XVIII y el XIX.
Despotismo ilustrado: nombre que recibieron algunos regímenes políticos europeos de finales del siglo XVIII en los que se combinaba el mantenimiento del poder absoluto de los monarcas con una voluntad reformadora de la economía y la sociedad. Este último elemento tenía su principal manifestación en la presencia de ministros ilustrados en los gobiernos.
División de poderes: planteamiento político que defendía la separación de las atribuciones del Estado en distintas instituciones, de tal modo que unas sirvieran como contrapeso de las otras. Esta idea se popularizó en Europa con la publicación de “El Espíritu de las Leyes”, de Montesquieu. Sin embargo, hemos de buscar su origen en las teorías inglesas del XVII, y más en concreto en James Harrington y John Locke.
Estado: conjunto de instituciones políticas, jurídicas y administrativas que tienen jurisdicción sobre toda la población de un territorio limitado por fronteras. Surgió a comienzos de la Edad Moderna como consecuencia de la concentración de poderes en manos de los monarcas, y condujo a la formación del absolutismo a partir del siglo XVI.
Fisiocracia: doctrina económica del siglo XVIII que defendía la primacía de la actividad agraria y de la propiedad de la tierra sobre cualquier otra actividad económica. Su principal representante fue el francés François Quesnay.
Gremio: organizaciones que agrupaban a trabajadores de un mismo oficio con el fin de acordar los precios, salarios y cantidad de producción. Los artesanos se dividían según sus conocimiento en maestros, oficiales y aprendices.
Ilustración: movimiento intelectual que se originó en Francia durante el siglo XVIII. Sus principios ideológicos eran la confianza en la razón como fuente de conocimiento y en el progreso ilimitado del ser humano, el ideal reformista y el espíritu crítico. Uno de sus principales canales de difusión fue la Enciclopedia, dirigida por Diderot y D`Alambert.
Liberalismo: sistema filosófico, económico y político opuesto al despotismo y defensor de las libertades civiles. Constituyó la corriente en la que se fundamentan tanto el Estado de derecho como la democracia representativa y la división de poderes.
Motines de subsistencia: formas de conflictividad social típicas del Antiguo Régimen, pero que persistieron en algunos lugares de Europa hasta bien entrado el siglo XIX. Solían estar relacionados con el alza de los precios de los productos de primera necesidad.
Parlamentarismo: sistema de organización política basado en la existencia de una asamblea que asume el control política del gobierno y la función legislativa del mismo.
Privilegio: ventaja, gracia o prerrogativa especial de la que goza una persona. En el Antiguo Régimen había dos estamentos cuyos miembros tenían privilegios: la nobleza y el clero.
República: forma de organización del Estado en la que el cargo de jefe del Estado no es hereditario ni vitalicio, sino resultado de una elección directa o indirecta de los ciudadanos. La duración del mandatos presidencial, sus funciones y poderes vienen determinados por la Constitución.
Revolución: cambio rápido, profundo y, en ocasiones, violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de un país.
Señorío: modelo de posesión de la tierra y del poder político en el sistema feudal. Había dos tipos de señoríos: los jurisdiccionales y los territoriales. Durante la Edad Moderna fueron desapareciendo progresivamente los primeros, pero permanecieron los de tipo territorial.
La monarquía absoluta
Antes de iniciar nuestro repaso a la Historia del Mundo Contemporáneo, es importante conocer de dónde partimos. Por ese motivo se dedican varios vídeos al Antiguo Régimen, el sistema político, económico y social que se desarrolló durante buena parte de la Edad Moderna. Esta clase está dedicada a la explicación del absolutismo, y su información se complementa con los vídeos sobre el Antiguo Régimen, los estamentos nobiliar y clerical, el estado llano, la economía preindustrial, el régimen demográfico antiguo, las nuevas teorías económicas, la Ilustración, los ilustrados y sus obras, las revoluciones inglesas del siglo XVII (primera y segunda parte) y el pensamiento político de John Locke.
Unidad 1. La crisis del Antiguo Régimen y las revoluciones inglesas
DEFINICIONES UTILIZADAS EN EL PRIMER TEMA DE 1º DE BACHILLERATO. EN ESTA UNIDAD DIDÁCTICA SE ABORDA LA EXPLICACIÓN DE LOS ASPECTOS POLÍTICOS, ECONÓMICOS Y SOCIALES DEL ANTIGUO RÉGIMEN, ASÍ COMO LAS CAUSAS DE SU DESAPARICIÓN EN INGLATERRA.
Absolutismo: forma de gobierno propia de la Edad Moderna por la cual el rey ostentaba todo el poder: hacía las leyes, era el principio de toda justicia –aunque delegaba en tribunales-, era la máxima autoridad administrativa, decidía sobre los gastos, y los impuestos se recaudaban en su nombre. Su condición de soberano absoluto era justificada por las teorías que lo consideraban la encarnación del Estado, así como por la voluntad divina.
Antiguo Régimen: sistema político, económico y social que, partiendo de las estructuras medievales, terminó por configurarse durante la Edad Moderna. Entre sus características cabe destacar el poder absoluto de los monarcas, la desigualdad social basada en los estamentos, una economía predominantemente agraria y de subsistencia y un escaso crecimiento vegetativo de la población.
Bill of Rights (Declaración de Derechos): documento que, como consecuencia de la Revolución Gloriosa de 1688 en Inglaterra, recortaba los poderes del rey, garantizaba las elecciones libres y otorgaba amplios poderes al Parlamento.
Derechos civiles: libertades y prerrogativas sociales inherentes a los ciudadanos de los sistemas democráticos. Algunos de sus mayores exponentes se encuentran en las declaraciones de derechos aprobadas por los regímenes liberarles desde finales del siglo XVII y, especialmente, en el XVIII y el XIX.
Despotismo ilustrado: nombre que recibieron algunos regímenes políticos europeos de finales del siglo XVIII en los que se combinaba el mantenimiento del poder absoluto de los monarcas con una voluntad reformadora de la economía y la sociedad. Este último elemento tenía su principal manifestación en la presencia de ministros ilustrados en los gobiernos.
División de poderes: planteamiento político que defendía la separación de las atribuciones del Estado en distintas instituciones, de tal modo que unas sirvieran como contrapeso de las otras. Esta idea se popularizó en Europa con la publicación de “El Espíritu de las Leyes”, de Montesquieu. Sin embargo, hemos de buscar su origen en las teorías inglesas del XVII, y más en concreto en James Harrington y John Locke.
Estado: conjunto de instituciones políticas, jurídicas y administrativas que tienen jurisdicción sobre toda la población de un territorio limitado por fronteras. Surgió a comienzos de la Edad Moderna como consecuencia de la concentración de poderes en manos de los monarcas, y condujo a la formación del absolutismo a partir del siglo XVI.
Fisiocracia: doctrina económica del siglo XVIII que defendía la primacía de la actividad agraria y de la propiedad de la tierra sobre cualquier otra actividad económica. Su principal representante fue el francés François Quesnay.
Gremio: organizaciones que agrupaban a trabajadores de un mismo oficio con el fin de acordar los precios, salarios y cantidad de producción. Los artesanos se dividían según sus conocimiento en maestros, oficiales y aprendices.
Ilustración: movimiento intelectual que se originó en Francia durante el siglo XVIII. Sus principios ideológicos eran la confianza en la razón como fuente de conocimiento y en el progreso ilimitado del ser humano, el ideal reformista y el espíritu crítico. Uno de sus principales canales de difusión fue la Enciclopedia, dirigida por Diderot y D`Alambert.
Liberalismo: sistema filosófico, económico y político opuesto al despotismo y defensor de las libertades civiles. Constituyó la corriente en la que se fundamentan tanto el Estado de derecho como la democracia representativa y la división de poderes.
Motines de subsistencia: formas de conflictividad social típicas del Antiguo Régimen, pero que persistieron en algunos lugares de Europa hasta bien entrado el siglo XIX. Solían estar relacionados con el alza de los precios de los productos de primera necesidad.
Parlamentarismo: sistema de organización política basado en la existencia de una asamblea que asume el control política del gobierno y la función legislativa del mismo.
Privilegio: ventaja, gracia o prerrogativa especial de la que goza una persona. En el Antiguo Régimen había dos estamentos cuyos miembros tenían privilegios: la nobleza y el clero.
República: forma de organización del Estado en la que el cargo de jefe del Estado no es hereditario ni vitalicio, sino resultado de una elección directa o indirecta de los ciudadanos. La duración del mandatos presidencial, sus funciones y poderes vienen determinados por la Constitución.
Revolución: cambio rápido, profundo y, en ocasiones, violento en las instituciones políticas, económicas o sociales de un país.
Señorío: modelo de posesión de la tierra y del poder político en el sistema feudal. Había dos tipos de señoríos: los jurisdiccionales y los territoriales. Durante la Edad Moderna fueron desapareciendo progresivamente los primeros, pero permanecieron los de tipo territorial.
Comenta las ideas fundamentales de la Ilustración y define el concepto de despotismo ilustrado
TRIGÉSIMO SEGUNDO ESTÁNDAR DEL TEMARIO QUE, DE ACUERDO CON LO ESTIPULADO POR LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN DE CASTILLA Y LEÓN, PODRÁ SER OBJETO DE EXAMEN EN LA EBAU, ANTIGUA SELECTIVIDAD.
La Ilustración fue una nueva corriente de pensamiento caracterizada por la utilización de la razón para la comprensión de la realidad. Careció de una teoría sistemática y sus ideas procedían de diversos autores: Locke, Montesquieu, Voltaire y Rousseau entre otros. De entre sus características, cabe destacar las siguientes: confianza en la razón, autonomía del poder político, fe en el progreso, tolerancia religiosa, interés por las actividades productivas y valoración de la educación para el logro de la felicidad.
Por su parte, la corriente política que conocemos como despotismo ilustrado trató conciliar el absolutismo monárquico con el espíritu reformador de la Ilustración. Esta teoría del poder, que se impuso en buena parte de Europa durante el siglo XVIII, se fundamentaba en tres principios. En primer lugar, supuso una reafirmación del poder absoluto de la Monarquía; es decir, no se pusieron en cuestión las bases del absolutismo de la centuria anterior. En segundo término, se planteó el ideal del “rey filósofo”, un monarca que, asistido por las minorías ilustradas, estaba en condiciones de impulsar reformas racionales necesarias para el conjunto de la sociedad con el fin de progresar y otorgar la felicidad al pueblo. El tercer elemento a destacar se refiere, precisamente, al pueblo. Este era considerado como objeto, nunca como sujeto de su propia historia, según la conocida expresión: «Todo para el pueblo pero sin el pueblo».
Explica la política industrial de la monarquía y las medidas adoptadas respecto al comercio con América
TRIGÉSIMO ESTÁNDAR DEL TEMARIO QUE, DE ACUERDO CON LO ESTIPULADO POR LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN DE CASTILLA Y LEÓN, PODRÁ SER OBJETO DE EXAMEN EN LA EBAU, ANTIGUA SELECTIVIDAD.
La preocupación por el fomento de la industria nacional fue una constante entre los gobernantes españoles del siglo XVIII. De entre ellos destacó la figura del ministro Pedro Rodríguez de Campomanes cuyas pensamiento económico quedó recogido, fundamentalmente en Discurso sobre el fomento de la industria popular (1774) y Discursos sobre la educación popular de los artesanos (1775). Tanto las obras de estos responsables políticos, como las medidas adoptadas durante sus mandatos, nos permiten hablar de un reformismo borbónico de corte económico en la primera centuria de gobierno de esa dinastía.
Desde una óptica esencialmente mercantilista, la preocupación a la que se ha hecho referencia, se fundamentaba en la creación de una industria nacional capaz de competir con los productos extranjeros. Esto, no solo era básico para mantener una balanza comercial favorable, sino que era condición sine qua non para asegurar el abastecimiento a todos los dominios españoles, tanto peninsulares como coloniales. En tal sentido, destaca la creación de las Reales Fábricas desde las primeras décadas del XVIII.
Ahora bien, fue sobre todo a partir de a mediados del siglo cuando se modificó la política con respecto a América, decidiendo incrementar la explotación colonial para aumentar su rentabilidad. La economía de aquellos territorios, basada hasta entonces en la producción agraria, se dinamizó con una fuerte actividad comercial tras la adopción de medidas como la creación de las Compañías de Comercio y con la recuperación de la minería.
Presentación: El Antiguo Régimen
Durante el curso 2016-2017 elaboré este Prezi para explicar en 1º de Bachillerato el Antiguo Régimen. Posteriormente he realizado algunos ajustes que me han servido para ponerlo de fondo en algunos de los vídeos sobre esa materia. Para consultar la presentación haz click aquí.
Introducción al Antiguo Régimen
La expresión «Antiguo Régimen» la acuñaron los revolucionarios franceses de finales del siglo XVIII para designar la forma de organización política, económica y social vigente en la Edad Moderna.
El sistema político propio del Antiguo Régimen fue la monarquía absoluta que, en algunos países de Europa adoptó una modalidad nueva: el despotismo ilustrado.
La sociedad era jerarquizada y de tipo estamental. Ahora bien, la influencia sociopolítica de la burguesía no dejó de aumentar desde los inicios de la Edad Moderna.
La economía europea era de base agraria, pero en algunos países se introdujeron nuevas técnicas que aumentaron la productividad. Además, el comercio cobró una mayor importancia, al tiempo que la población creció gracias a la mejora de la alimentación y los avances en el campo de la medicina.
En política económica los estados se regían por el mercantilismo, una doctrina que fue desplazada primero por la fisiocracia y, más adelante, por el liberalismo económico.
En este contexto se desarrollaron las revoluciones inglesas del siglo XVII, que dieron lugar al parlamentarismo, y el movimiento cultural de la Ilustración, que terminó por cuestionar los fundamentos del Antiguo Régimen.
El romanticismo dentro del mundo cultural decimonónico
La cultura de Occidente a lo largo del siglo XIX giró en torno a cuatro movimientos: la herencia ilustrada, el romanticismo, el progreso científico-técnico, y el socialismo.
Estas corrientes del pensamiento, en ocasiones contrapuestas y enfrentadas, fueron ensambladas por el liberalismo progresista a finales del XIX, dando lugar así a una cultura sustentada por un marcado optimismo antropológico –la idea de progreso sin límites esgrimida por los ilustrados- y por la conciencia de autorrealización humana originaria del romanticismo.
A su vez, cabe destacar también dentro de la cultura decimonónica la confianza en el avance científico y tecnológico -propia del positivismo-, y el rechazo activo del cristianismo heredado de la doctrina socialista.
A estas líneas maestras de la cultura occidental, hay que añadir su mayor amplitud difusiva, tanto social como territorial. Esto se vió, sin duda, muy favorecido por la extensión de la enseñanza y de la prensa, así como por el dominio europeo del mundo.
Por tanto, en pleno siglo XIX, de la mano del liberalismo, nació el movimiento cultural romántico. Ambos movimientos provenían de la Ilustración. El primero de sus excesos, manifestados en las jornadas revolucionarias francesas, y el segundo de sus principios.
Los antecedentes del Romanticismo
Si bien fueron abundantes los antecedentes del Romanticismo, podemos resaltar dos de entre ellos como influencias fundamentales: el pensamiento de Jean Jacques Rousseau y la corriente de pensamiento conocida como Sturm und Drag.
El pensamiento de Jean-Jacques Rousseau, filósofo francés de mediados del XVIII enmarcado dentro del racionalismo ilustrado, presenta numerosos rasgos que podrían ser considerados precursores del Romanticismo.
Además de resaltar el papel de los sentimientos –denostados por el racionalismo imperante-, Rousseau concebía una sociedad guiada por la voluntad general, lo cual diluía totalmente la libertad individual en la colectividad.
La corriente de pensamiento Sturm und Drag, cuyos principales representantes fueron Goethe, Schiller, Herder y Jacobi, surgió en Alemania en la década de 1770.
Encontramos dentro de su doctrina dos elementos fundamentales: la Naturaleza, no como orden –Ilustración-, sino como fuerza y vitalidad; y la figura del genio, poseedor de una fuerza creadora individual, desordenada e impulsada por el sentimiento.
Clasicismo y Romanticismo
La Ilustración había encumbrado la cultura clásica hasta el punto de imitarla en todo lo posible. El Romanticismo heredó también esa tendencia a admirar lo clásico y valerse de ello como modelos, sin embargo, los románticos entendieron esto de una manera distinta.
No se contentaron con imitar, sino que buscaron también conocer y superar a los clásicos en los referente a campos tan diversos como la literatura, la música, la arquitectura y la filosofía. Además, encontramos dentro del movimiento cultural romántico una lógica idealización de lo griego.
No obstante, la principal aportación de la cultura clásica al Romanticismo fue, sin duda, su carácter armónico y ordenado, que sirvió para templar el inicio radical de los románticos.
Rasgos generales del Romanticismo
A la hora de establecer las características del término Romanticismo encontramos serias dificultades a causa de su difuminación temporal y territorial. Sin embargo, partiendo de la base de que nos encontramos ante un fenómeno que surge como reacción al racionalismo ilustrado, podemos establecer una serie de rasgos comunes:
- En contraposición a la abstracción propia del racionalismo, los románticos ensalzaron la realidad concreta.
- Frente al universalismo de los ilustrados, surgió la concepción de pueblo.
- La visión antropológica romántica ligó estrechamente al hombre con su entorno social e histórico; esto se presentó como una clara negación del individualismo.
- Búsqueda del deseo insatisfecho, y anhelo de la libertad y la infinitud.
- Religión basada en la relación de lo humano con lo infinito y lo eterno, y en las experiencias religiosas donde predominaba el carácter sentimental.
