Finalizábamos el artículo anterior señalando el error de Stalin al juzgar, en un primer momento, el carácter e intenciones del nuevo régimen nacionalsocialista. La aparición de una nueva forma de gobernar en el estado alemán trajo consigo la quiebra de la amistad germano-soviética, que sólo se restauró de manera temporal en 1939. Poco a poco, el edificio de Rapallo se fue cayendo. El derrumbe comenzó con el fin de la colaboración militar:
“La amistad germano-rusa de la época de Rapallo tardó tiempo en morir. Se desmoronó lentamente a lo largo de 1933, algunos restos pervivieron incluso durante un año más, y la situación de enemistad absoluta que caracterizó la etapa de Hitler llegó en 1935. Pero el pilar central de esta amistad, la cooperación militar, fue lo primero que se rompió, de forma completamente repentina y en apariencia inesperada”.
Bibliografía:
[1] El pacto con el diablo; Sebastian Haffner – Barcelona – Destino – 2007.
[2] Anotaciones sobre Hitler; Sebastian Haffner – Galaxia Gutenberg – Barcelona – 2002.
[3] Historia Universal Contemporánea II; Javier Paredes (Coord.) – Barcelona – Ariel – 2004.
[4] La guerra del mundo: los conflictos del siglo XX y el declive de occidente (1904-1953); Niall Ferguson – Barcelona – Debate – 2007.