Debate cronológico de la transición española

Si situamos el juramento del Rey como comienzo de la Transición, es porque ninguno de los acontecimientos anteriores cambiaron en nada especial la naturaleza del Régimen. Ni el asesinato de Carrero, ni el frustrado aperturismo de Arias, ni la enfermedad de Franco supusieron la apertura a las libertades, o la modificación de los derechos de reunión o manifestación, o la legalización de los partidos políticos, o la concesión de la amnistía, o la convocatoria de elecciones libres.

Y si situamos el final de la Transición en la realización de las primeras elecciones constitucionales y democráticas es porque los acontecimientos posteriores, sin duda muy importantes, como el frustrado golpe de Estado del 23F o la primera alternancia de gobierno -triunfo socialista del 82- o el ingreso en las Comunidades Europeas o el referéndum sobre la OTAN son considerados por la mayoría de los historiadores, no como parte de la Transición, sino como «hitos» de la «consolidación» de la democracia.

Salvador Sánchez-Terán, La Transición. Síntesis y claves, p.18-19.

La vía democrática de la paz y el orden

Ello refleja simplemente el hecho de que la emergencia de valores democráticos se había producido en el contexto de una larga dictadura establecida como resultado de una cruenta guerra civil, lo cual también ayuda a explicar por qué no triunfaron durante la transición los defensores del continuismo ni los partidarios de la ruptura: los primeros ignoraron que, aunque los españoles querían paz y orden, también deseaban libertades y democracia, y los segundos pasaron por alto que, si bien anhelaban democracia y libertad, no podía ser a costa de la paz y el orden. En suma, lo que existía en España en vísperas de la muerte de Franco era “una cultura política democrática impregnada de valores conservadores”. Posiblemente esa cultura política explique, en mayor medida que los factores estructurales, la naturaleza de la transición democrática que se inició tras la muerte de Franco.

Charles Powell, España en democracia, 1975-2000, p. 44.

La tercera ola democratizadora

En su análisis de la “tercera ola” mundial de las transiciones a la democracia, iniciada en 1974 con la Revolución de los Claveles en Portugal, Samuel Huntington observó que las posibilidades de democratización aumentaron cuando estos países salieron de la pobreza y alcanzaron un nivel intermedio de desarrollo socioeconómico, momento en el cual ingresaron en una “zona de transición política”.

Sobre La Tercera Ola. La democratización a finales del siglo XX de Samuel P. Huntington en Charles Powell, España en democracia, 1975-2000, p. 18.

Debate reforma-ruptura en la transición

Los caminos de salida de los regímenes autoritarios son muy variados y diversos, aunque en términos analíticos todos pueden clasificarse entres grupos principales: desde arriba, desde abajo y desde fuera, con toda clase de subgrupos y combinaciones entre ellos. El caso español, al menos en cuanto a la “desvinculación” se refiere, pertenece claramente al grupo “desde arriba”. Puesto que generalmente se ha considerado a la transición como positiva, tanto los grupos de “arriba” como los de “abajo” quieren atribuirse el mérito. Y, políticamente, ambos pueden compartir el mérito por igual por el éxito de la transición española. No obstante, en términos analíticos, es posible resolver todo el debate sobre si era una reforma pactada o una ruptura pactada si se reconoce que la primera fase de la transición tuvo dos momentos analítica y cronológicamente separados.

El primer momento, la desvinculación del régimen franquista, tuvo lugar en forma de un pacto negociado entre las fuerzas franquistas y, lo que es más importante aún, como una reforma legal-constitucional desde arriba (…) Lo que los que detentaban el poder no podían realizar sin la ayuda de la oposición democrática era la transición a un orden democrático (segundo momento).

José Casanova, Las enseñanzas de la transición democrática en España, en Manuel Redero San Román, La transición a la democracia en España, revista Ayer nº 15-1994, p. 32.

Programa para una transición política

¿Cómo desmantelar el viejo régimen, dar voz institucional a la oposición democrática que ya no podía ser silenciada en las calles, reconocer a los partidos políticos que habían sido la bête noir del régimen, reconocer los derechos políticos de los sindicatos y los derechos nacionales de los catalanes y de los vascos a ser culturalmente diferentes y políticamente autónomos, todo esto sin provocar una reacción autoritaria por parte del ejército y del búnker franquista, sin desatar los viejos demonios históricos de la primera y de la segunda República española y de todas las guerras civiles de la España contemporánea?

José Casanova, Las enseñanzas de la transición democrática en España, en Manuel Redero San Román, La transición a la democracia en España, revista Ayer nº 15-1994, p. 29.