Salvador Sánchez-Terán. Un político de la Transición


En mi primer libro, «Salvador Sánchez-Terán. Un político de la Transición», propongo un recorrido por los años finales del franquismo y los inicios de la democracia. Esta biografía permite ilustrar ese periodo de la historia de España, así como los anhelos y proyectos de toda una generación: aquella que supo elevar a la categoría política de normal lo que a nivel de calle era plenamente normal.

Su protagonista, Salvador Sánchez-Terán, participó activamente en ese proceso, siendo un actor de primer orden en la consecución de algunos de esos objetivos. De entre ellos cabe destacar la negociación con Josep Tarradellas, que permitió restablecer la Generalitat de Cataluña en septiembre de 1977. También colaboró con Adolfo Suárez y otros miembros de la UCD en la modernización y la reforma económica del país, ya fuera desde el Consejo de Ministros o desde la presidencia de la compañía Telefónica.

En definitiva, la obra es el estudio de un perfil político de centro que nos permite comprender mejor la Transición, al tiempo que sirve para mantener vivo el legado de aquellas personas que supieron construir la democracia sobre la base de la reconciliación nacional.

«Salvador Sánchez-Terán. Un político de la Transición» puede adquirirse en Casa del Libro, El Corte Inglés, Agapea y Amazon. También puede comprarse directamente en la web de la distribuidora: Vnet Librerías.

A mediados de noviembre, el libro fue presentado en Logroño, y el 12 de diciembre tuvo lugar un acto similar en el Club Siglo XXI de Madrid. También están previstas presentaciones en Valladolid y Palencia para fechas anteriores a fin de año.

Las claves de la Transición III

Adolfo Suárez pagó un alto precio personal por su liderazgo de la Transición. Sufrió la animadversión de la inmensa mayoría de los altos mandos militares; recibió durísimos ataques del PSOE de Felipe González, que sabía que, para acceder al poder, había que derribar a Suárez; vio destruirse su obra: la UCD; por la ambición de los «barones» y por los errores del propio partido. «No fui capaz de hacer un partido político»., como aseveró varios años después. Sus excelentes relaciones con la Iglesia se deterioraron, al final, a causa de la Ley de Divorcio de Fernández Ordóñez; nunca tuvo, a pesar de los Pactos de la Moncloa, un apoyo claro del empresariado y de las altas finanzas, etc.

Su obra sólo recibiría el elogio unánime, y numerosas distinciones, cuando abandonó definitivamente la política, tras la frustrada experiencia del CDS. Alfonso Osorio, su vicepresidente político en el primer Gobierno, ha escrito de él: «Adolfo Suárez pasará a la Historia como el hombre que estuvo en el lugar preciso a la hora justa. Y eso es así porque para hacer la Transición política -y dejando aparte el papel impulsor y arbitral del Rey- era necesario alguien que tuviera inteligencia suficiente, conocimiento adecuado, capacidad de diálogo, paciencia infinita, modales exquisitos y simpatía arrolladora, y esas cualidades no las teníamos ninguno de los políticos en presencia en 1976».

Salvador Sánchez-Terán, La Transición. Síntesis y claves, p. 259.

Los últimos tiempos de Franco V

La economía, que tuvo máximos de bonanza en el período 1970/1972, inicia en los últimos años del Régimen un deterioro grave, que se prolongará y se acentuará desde los primeros de la Transición hasta los Pactos de la Moncloa. «Los efectos de la primera crisis del petróleo, que había llegado en otoño de 1973, se empieza a notar con dureza: descenso de los beneficios de las empresas; aumento del déficit externo, de la inflación y del paro; disminución del crecimiento de la economía; frenazo de la inversión privada; etc. Mientras que los países de nuestro entorno hacía casi dos años que se habían apretado el cinturón para resistir la crisis, los últimos gobiernos de Franco en España, no habían tenido la voluntad política ni la fuerza necesaria para trasladar a los ciudadanos los sacrificios».

Salvador Sánchez-Terán, La Transición. Síntesis y claves, p. 46.