La economía, que tuvo máximos de bonanza en el período 1970/1972, inicia en los últimos años del Régimen un deterioro grave, que se prolongará y se acentuará desde los primeros de la Transición hasta los Pactos de la Moncloa. “Los efectos de la primera crisis del petróleo, que había llegado en otoño de 1973, se empieza a notar con dureza: descenso de los beneficios de las empresas; aumento del déficit externo, de la inflación y del paro; disminución del crecimiento de la economía; frenazo de la inversión privada; etc. Mientras que los países de nuestro entorno hacía casi dos años que se habían apretado el cinturón para resistir la crisis, los últimos gobiernos de Franco en España, no habían tenido la voluntad política ni la fuerza necesaria para trasladar a los ciudadanos los sacrificios”.
Salvador Sánchez-Terán, La Transición. Síntesis y claves, p. 46.