Los últimos tiempos de Franco V

La economía, que tuvo máximos de bonanza en el período 1970/1972, inicia en los últimos años del Régimen un deterioro grave, que se prolongará y se acentuará desde los primeros de la Transición hasta los Pactos de la Moncloa. «Los efectos de la primera crisis del petróleo, que había llegado en otoño de 1973, se empieza a notar con dureza: descenso de los beneficios de las empresas; aumento del déficit externo, de la inflación y del paro; disminución del crecimiento de la economía; frenazo de la inversión privada; etc. Mientras que los países de nuestro entorno hacía casi dos años que se habían apretado el cinturón para resistir la crisis, los últimos gobiernos de Franco en España, no habían tenido la voluntad política ni la fuerza necesaria para trasladar a los ciudadanos los sacrificios».

Salvador Sánchez-Terán, La Transición. Síntesis y claves, p. 46.

Los últimos tiempos de Franco I

Raimond Carr y J. P. Fusi afirman que no había «tan sólo una crisis de gobierno, sino de algo mucho más profundo: una verdadera crisis de Régimen», que había comenzado con las discusiones sobre las asociaciones durante 1967-69. España era un Estado católico, donde la Iglesia condenaba el Régimen; un Estado que prohibía las huelgas, y donde éstas se producían por miles; un Estado antiliberal, que buscaba alguna forma de legitimidad democrática; un Estado cuya ideología, según dijera Fernández-Miranda en 1971, era un «socialismo nacional integrador» y que había, sin embargo, transformado España en una sociedad capitalista. Las contradicciones eran evidentes. «En España -diría con razón el ultraderechista Blas Piñar en octubre de 1972- estamos padeciendo una crisis de identidad de nuestro propio Estado».

Salvador Sánchez-Terán, La Transición. Síntesis y claves, p.18.