TERCER ESTÁNDAR DEL TEMARIO QUE, DE ACUERDO CON LO ESTIPULADO POR LA CONSEJERÍA DE EDUCACIÓN DE CASTILLA Y LEÓN, PODRÁ SER OBJETO DE EXAMEN EN LA EBAU, ANTIGUA SELECTIVIDAD.
Dedicaremos los siguientes párrafos a tratar la cuestión de la romanización, así como los factores que la hicieron posible. La exposición se iniciará con la definición de este concepto, para pasar, posteriormente, al análisis de cuestiones como las infraestructuras y el urbanismo, la cultura y la religión o los derechos políticos de la población hispana.
Al hablar de romanización nos referimos al proceso de aculturación a través del cual, las ciudades hispanas que habían sido conquistadas por los romanos, comenzaron a adquirir sus costumbres, lengua, religión, moneda, leyes y estructuras políticas.
En este proceso fue especialmente importante la construcción de una red de calzadas que unían las diferentes ciudades de la Hispania romana. Esto permitió una mayor y más rápida circulación de productos, así como una mejor difusión de la cultura romana por suelo peninsular. A esto hemos de añadir la adopción del urbanismo propio de Roma, así como la construcción de teatros, circos, acueductos, termas…
Además de las obras de ingeniería y arquitectura, el latín también desempeñó un papel clave en la romanización de Hispania. La expansión de la lengua romana por la Península se logró, en gran medida, gracias a la llegada de grandes grupos de población latina. Estos, a su vez, traían sus costumbres y, especialmente, su religión. Si bien Roma respetó las costumbres y los cultos autóctonos, con el tiempo los antiguos íberos terminaron adoptando la cultura y las creencias romanas como propias. Finalmente, a finales del siglo IV d. C., el cristianismo pasó a ser la religión oficial del Imperio, medida que también afectó al territorio peninsular.
En el ámbito jurídico hay que destacar la aprobación del Edicto de Vespasiano en el 72 d. C., por el que se concedía el estatuto de municipio latino a las ciudades hispanas. Posteriormente, en el siglo III d. C., el emperador Caracalla concedió la ciudadanía romana a todos los habitantes de la Península. El grado de romanización de Hispania fue tan alto que, a lo largo del siglo II d. C. gobernaron Roma tres emperadores de origen peninsular: Trajano, Adriano y Marco Aurelio.
ESTRUCTURA DEL VÍDEO:
- 0:32 El concepto de romanización.
- 0:45 La arquitectura y la ingeniería como medios de romanización.
- 1:06 El papel de la cultura y la religión.
- 1:49 El derecho: de Vespasiano a Caracalla.
BIBLIOGRAFÍA:
- Historia de España 2 – Editorial Anaya.
- Historia de España – Editorial Vicens Vives.
- La romanización; José María Blázquez – Istmo.