En 1789 estalló en Francia una revolución que terminó, en primer lugar, con la Monarquía y, en segundo término, con la vida de los propios reyes. Después de esos acontecimientos, la I República Francesa terminó por convertirse en el Imperio Napoleónico, que se mantuvo hasta 1815. En esta clase se explican las principales causas del proceso revolucionario; mientras que en los siguientes vídeos se abordan cada una de sus etapas: la Monarquía Constitucional, la Convención, el Directorio, el Consulado y el Imperio Napoleónico.