Luis XIV en el cine: el contraste entre los privilegiados y el pueblo llano


En este fragmento de “Vatel” (2000) se observa de una forma muy gráfica el contraste entre los privilegiados y los no privilegiados. La película utiliza un banquete en honor a Luis XIV para mostrarnos las dos caras de la moneda. Por un lado tenemos a la alta nobleza francesa, disfrutando de un banquete y de los espectáculos que se les ofrecen. Es un ambiente frívolo, superficial, de mero disfrute de las riquezas que la vida pone ante ellos. Sin embargo, al otro lado del escenario vemos como la otra parte de la sociedad lleva una vida dura, llena de esfuerzos y, en ocasiones, de penalidades y dolor. La muerte de un sirviente del príncipe de Condé es, quizá, la mejor metáfora de esto. Mientras a un lado del telón muere una persona, al otro hay aplausos y despreocupación.

Evidentemente es solo una escena que no ha de llevarnos a pensar que todo era así en el Antiguo Régimen, pero nos da cierta idea de cómo era la vida en un sistema social estamental. Es más, los privilegiados no solo disfrutaban de una vida cómoda, sino que también ignoraban las penalidades del estado llano. Para comprobar esa idea equivocada que tenían de ellos, no hay más que escuchar las palabras de Anne de Montausier a Vatel en la escena que seleccionada para hablar de la desigualdad entre estamentos.

Luis XIV en el cine: la desigualdad entre estamentos


Podemos dividir esta escena de “Vatel” en dos partes. En la primera de ellas, dos niños que pertenecen a la alta nobleza francesa están destrozando la decoración preparada por los trabajadores y sirvientes del príncipe de Condé. El responsable de todo eso, que no es otro que el propio Vatel, se acerca a ellos y les pide de manera humilde que dejen de tirar las flores. Lo primero que llama la atención es la actitud del protagonista, un adulto, tratando con reverencia a dos personas menores que él y que, además, están rompiendo el fruto de su trabajo. En segundo lugar, hemos de fijarnos en la respuesta del niño, que recurre a su título nobiliar para dejar claro que es superior a la persona que tiene frente a él

La segunda parte tiene lugar una vez se han ido los niños. En su conversación con Vatel, Anne de Montausier da muestras de conocer poco la vida de las personas del estado llano. Como otros miembros de la nobleza, desconoce la paupérrima forma de vida de los no privilegiados. Es más, cuando el protagonista del film le indica que no han cobrado por ese trabajo floral, ella le responde que estos deben estar contentos por ser acreedores del rey. Es una visión deformada de la realidad, y que probablemente tenían muchos otros miembros de la aristocracia.