La caída del muro de Berlín

Yo estaba en Berlín el 11 de noviembre de 1989, la noche en que se abrió el muro. Las personas que pasaban del este al oeste nos enseñaban sus planos de la ciudad. Todo Berlín Occidental había sido eliminado de ellos: en su lugar sólo aparecía un espacio vacío. Pero, aún así, lo sabían todo sobre el otro lado de Berlín porque lo habían visto en los programas de televisión occidentales que sintonizaban. La democratización cotidiana no es lo mismo que el consumismo. Evidentemente, muchas personas de la Europa del este y de la Unión Soviética querían los bienes de consumo y la riqueza en general de la que se disfrutaba en Occidente. pero también querían, según mostraban las encuestas, una mayor movilidad y autonomía (libertad, en definitiva) en sus vidas diarias.

Anthony Giddens, Europa en la era global, p. 257.

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