Cuarta hoja de la Rosa Blanca II


En la segunda entrega de la cuarta hoja de la Rosa Blanca se hace más evidente la visión cristiana de estos jóvenes universitarios. Es una cuestión recurrente a lo largo de todos los escritos de este grupo de oposición al nacionalsocialismo; se caracterizan por su profundo sentimiento cristiano. Los hay católicos y protestantes, pero todos coinciden en una serie de aspectos básicos que les permiten ver detrás del nacionalsocialismo la larga mano de Satanás. El comienzo de esta selección es de por sí una declaración de intenciones: “Cualquier palabra que procede de la boca de Hitler es mentira” ¿No dice acaso el Evangelio que el diablo es el padre de la mentira? Los jóvenes de la Rosa Blanca no dudan en calificar al líder nazi de enviado del Anticristo. El segundo párrafo no tiene desperdicio; tiene como finalidad despertar la conciencia de los cristianos alemanes e impulsarlos a actuar. Por último, se nos ofrece una cita del Antiguo Testamento.

Cualquier palabra que procede de la boca de Hitler es mentira. Cuando dice “paz” está pensando en la guerra, y cuando de modo blasfemo menta el nombre del Todopoderoso, está pensando en el poder del maligno, del ángel caído, de Satanás. Su boca son las fauces malolientes del infierno. Su boca son nauseabundas fauces del infierno y su poder está condenado. Sin embargo aún hay que combatir con medios racionales el estado terrorista nacionalsocialista; quien hoy en día duda de la existencia real de los poderes demoníacos, no ha comprendido el trasfondo metafísico de esta guerra. Tras lo concreto, tras lo perceptible por los sentidos, tras todas las reflexiones objetivas y lógicas se encuentra lo irracional, la lucha contra el demonio, contra los enviados del Anticristo.

En todo lugar y en todos los tiempo, los demonios han estado al acecho y han esperado la hora en que el hombre se torna débil, en que abandona arbitrariamente el lugar fundado en la libertad que Dios le ha dado en el orden, que claudica ante la presión del mal, que se separa de las fuerzas de un orden superior y así, después de haber dado el primer paso libremente, se ve impelido a dar el segundo y el tercero, cada vez a una mayor velocidad. En todo lugar y en todas las épocas de mayor necesidad se han alzado los seres humanos, profetas, santos que han de conservado su libertad y que han hecho referencia a un único Dios y que con su ayuda advirtieron al pueblo para que se convirtiera. el hombre es libre, pero no tiene defensas contra el mal sin el verdadero Dios; es como un barco sin timón, expuesto a las tormentas, como un niño pequeño sin madre, como una nube que se deshace.

A ti que eres cristiano, te pregunto: en esta lucha por tus más preciados bienes ¿hay aún vacilación, un juego con intrigas, un retrasar la decisión, con la esperanza de que sea otro el que alce las armas para defenderte? ¿No te ha dado Dios mismo la fuerza y el ánimo para luchar? Tenemos que atacar el mal allí donde es más poderos y lo es en el poder de Hitler.

“yo me volví y vi todos los actos de opresión que se cometen debajo del sol: he allí las lágrimas de los oprimidos, que no tienen quien los consuele. El poder está de parte de de los opresores, y no tiene quien los consuele.

Entonces yo elogié a los difuntos, los que ya habían muerto, más que a los vivos, los que hasta ahora viven…” (Eclesiastés).

Bibliografía:

[1] La Rosa Blanca. Los estudiantes que se alzaron contra Hitler; José M. García Pelegrín – Madrid – LibrosLibres – 2006.

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