Se escogió París para la conferencia de paz, en la que sólo gozaron de representación los países vencedores.
Los acuerdos fundamentales los tomó el Consejo de los Cuatro: el presidente Wilson (EE.UU.), Georges Clemanceau (Francia), Lloyd George (Reino Unido) y Vittorio Orlando (Italia).
Existían dos posturas sobre Alemania:
- La más dura era la francesa: la guerra se había librado en su territorio y el noroeste del país había quedado arrasado. Además, Francia había sufrido dos ataques alemanes en menos de cincuenta años, por lo que Clemenceu estaba decidido a acabar con el peligro alemán.
- Wilson y Lloyd George mantenían otra postura: deseaban sancionar económicamente a Alemania, pero no destruirla. Pensaban que esto reduciría su afán de revancha y facilitaría el pago de las indemnizaciones. También temían la extensión del comunismo –victorioso en Rusia- por Alemania. Además, el Reino Unido no quería una hegemonía francesa en Europa sin contrapeso.
La postura francesa triunfó y el resultado fue especialmente duro para Alemania. La delegación alemana se negó a ratificar el tratado, de tal modo que sólo la amenaza de reanudar las hostilidades logró ese objetivo el 28 de junio de 1919.