Blogueros de la Historia: el proceso de evaluación


Hace cuatro meses comenzamos a trabajar con blogs en la asignatura de Historia del Mundo Contemporáneo. Por aquel entonces publiqué una entrada titulada Blogueros de la Historia: evaluar y acompañar en el proceso de aprendizaje. En ella hacía referencia a la puesta en marcha de la actividad, dejando para futuros post el modo de evaluar el proceso de trabajo y los resultados.

Desde entonces las bitácoras de mis alumnos han protagonizado un texto (Imagina. Crea ¿Difunde?) y han sido mencionadas en otros dos (Experiencia Blog: la construcción del ensayo histórico y Los ensayos históricos: una nueva vuelca de tuerca). A continuación pretendo explicar cómo he evaluado el trabajo de estos jóvenes blogueros a lo largo del segundo trimestre del curso.

¿Una cuestión de porcentajes?

En la programación de la asignatura el cuaderno supone 0.5 puntos de la nota. De ellos, tal como explicaba en uno de los post mencionados más arriba, el trabajo publicado vale un 75% y su difusión por la red un 25%. Más adelante explicaré cómo se puede evaluar eso, pero en este epígrafe me interesa demostrar que realmente, los alumnos que se esfuerzan, obtienen bastante más que medio punto gracias a sus bitácoras.

En los exámenes, además de enfrentarse a un test y a los conceptos de cada unidad didáctica, los estudiantes deben desarrollar un ensayo histórico. A la investigación y redacción de este se dedican, al menos, ocho sesiones en el aula. De esta manera, los blogs se convierten en sus diarios de aprendizaje, en el lugar donde señalan qué fuentes están usando y donde puede verse la evolución del texto.

El ensayo no vale lo mismo en todos los exámenes, pero suele situarse entre los dos y los tres puntos. Eso supone que, de una manera u otra, el trabajo en el cuaderno tiene una importante influencia en un cuarto de la nota de la prueba. Y, como los exámenes escritos valen el 65% de la asignatura -los orales son el 20% y los trabajos un 10%-, al final el blog es un 16% del total. Es decir, al medio punto que le otorgaba la programación, hemos de añadir otro 1.6 que depende de los exámenes.

Por tanto, las bitácoras del alumnado constituyen en torno a un cuarto de la nota final.

El desarrollo de un evaluación semanal

Desde que empezó la segunda evaluación, he corregido los cuadernos de mis alumnos todos los lunes. Para esto me ha resultado muy útil Symbaloo, donde he creado una pantalla con enlaces a todos los blogs. Eso me ha permitido tener once notas de cuaderno por alumno, y todo eso sin cargar con carpetas, plásticos y papeles. Basta con pinchar en los enlaces y leer desde cualquier dispositivo y en cualquier lugar.

Cada semana los estudiantes debían publicar, al menos, un trabajo elaborado por ellos, ya fueran fragmentos del ensayo, reflexiones sobre el aprendizaje, biografías breves de personajes históricos o los cómics que hicieron con el programa Cómic Life. Siempre que ese trabajo fuera correcto, les ponía una nota positiva en el apartado dedicado a la bitácora.

De esta manera, al final de la evaluación, simplemente he hecho la media de esas once notas.

Ahora bien, la publicación de materiales es el 75% del medio punto que, de manera oficial, vale el cuaderno. El otro 25% está dedicado a la difusión de ese trabajo.

No me voy a detener en explicar las estrategias que podían seguir para obtener visibilidad, y por tanto más visitas a sus blogs, pues es una cuestión que he desarrollado en el artículo que escribí hace un mes para theflippedlearning.com. Sin embargo, sí explicaré los pasos que he seguido para evaluar ese trabajo de difusión:

  1. He pedido a todos los alumnos que me muestren la página de estadísticas de sus blogs de wordpress, donde puede verse el número total de visitantes distintos –no de visitas- de los últimos tres meses.
  2. Al alumno con mejores estadísticas le he puesto un diez en esa parte, valorando a los demás a través de una comparación con esos resultados. Evidentemente, si el número de visitantes del mejor blog hubiera sido bajo –no ha sido el caso-, su nota hubiera sido menor, y por tanto las de los restantes estudiantes se habrían resentido.
  3. Por último, cada alumno me ha explicado, a través de ejemplos, su táctica de difusión a través de las redes. Esto me ha servido para matizar determinadas notas, pues en ocasiones un buen trabajo no obtiene los resultados esperados; pienso que, aún así, merece una valoración positiva.

Blogueros de la Historia: evaluar y acompañar en el proceso de aprendizaje


Esta semana, cada uno de los alumnos de Historia del Mundo Contemporáneo, creó su propio blog en wordpress. La idea es que, de aquí en adelante, ese espacio sirva para que publiquen sus trabajos y reflexiones sobre la asignatura. También podrán añadir noticias, vídeos, imágenes, obras de arte o canciones que guarden relación con la asignatura.

Ahora bien, desde mi punto de vista lo más interesante de esos espacios es que se podrá analizar mejor su proceso de trabajo.

El blog no será únicamente un lugar donde poner el producto final, sino que, en los distintos post, se podrá ver la evolución de sus proyectos. Considero que ese aspecto es clave, pues como docente no pretendo evaluar únicamente los resultados, sino cómo se ha recorrido el camino para llegar a ellos. De igual modo, la lectura de sus bitácoras me permitirá detectar de una forma más rápida y certera sus dificultades y carencias.

Secuencia temporal para trabajar con blogs

Lo cierto es que mi intención era comenzar con los blog en el mes de septiembre. Sin embargo, las dificultades de desarrollar el modelo flipped learning con alumnos nuevos, unidas a la falta de tiempo por mi parte y a la implantación del itinerario libre y abierto, han terminado por retrasarlo todo hasta la segunda quincena de noviembre.

Los pasos a seguir en este proceso son los siguientes:
  1. Una sesión en informática para crear las cuentas de wordpress y explicar aspectos básicos como el diseño, la publicación y edición de una entrada, la inserción de imágenes y vídeos o el modo de eliminar un post.
  2. Repetición de esa operación, a modo de tarea, en casa para comprobar si son capaces de crear una entrada varias horas después y sin ayuda del profesor.
  3. Corrección concienzuda de las publicaciones realizadas en las dos primeras semanas con la intención de ayudarles en sus primeros pasos.
  4. Publicación de, al menos, una entrada semanal que refleje el trabajo de aula. Al margen de esto podrán incluir noticias, obras de arte, enlaces…
  5. Una segunda sesión en el aula de informática (probablemente en el mes de enero) para mejorar sus conocimiento sobre wordpress, de tal modo que eso les permita mejorar la apariencia del blog y su trabajo.
  6. Difusión de algunos de los post más interesantes a través de las redes sociales.
  7. Recopilación de esas publicaciones en un conjunto de iBooks creados con la aplicación Book Creator.

Aspectos a abordar en futuras entradas

No pretendo agotar en este artículo todos los aspectos relacionados con el proyecto que tenemos entre manos, entre otras cosas porque apenas estamos empezando. Sin embargo, tengo intención de publicar en el futuro varios textos sobre la cuestión.

En concreto, considero que sería necesario explicar la conveniencia de evaluar también el proceso de trabajo, y no únicamente los resultados.

De igual modo, como docente que deja constancia de su trabajo y reflexiones en una bitácora, entiendo que debo indicar qué criterios se siguen para evaluar los blogs de los alumnos. A todo esto hemos de añadir un último texto sobre la valoración final del proyecto. Este, como es lógico, no estará disponible hasta el comienzo del verano.