El origen de la prensa obrera


En la primera mitad del siglo XIX, además de la Carta del Pueblo, el movimiento obrero se sirvió de la palabra impresa como poderoso medio para difundir sus mensajes y extender la conciencia de clase.

A través de periódicos y folletos, los líderes del proletariado publicaron proclamas, documentos y ensayos con la intención de concienciar y movilizar a los trabajadores. Estas publicaciones se leían en público debido a que la mayoría de los obreros eran analfabetos.

Entre los periódicos obreros británicos destacó La Voz del Pueblo, un semanario de la Asociación Nacional para la Protección del Trabajo que llegó a difundir 30.000 ejemplares. Otras publicaciones importantes fueron Revista de Progreso y Ni Dios ni amo.