La nueva línea opositora se manifestaba a través de una amplia coalición: el Movimiento Democrático de serbia (DEPOS). Las elecciones al parlamento federal -celebradas el 31 de mayo de 1992 y boicoteadas por la “oposición moderada”- apuntaban, de cualquier modo, resultados confusos, por cuanto la pérdida en el peso de la formación política que apoyaba a Milosevic, el Partido Socialista, se veía acompañada del ascenso de una formación nacionalista de corte neofascista -el mencionado Partido Radical de Seselj-, nada contenida en el comportamiento bélico-nacional. Bien es verdad que, pese a lo anterior, los socialistas se hacían con 73 de los 138 escaños en disputa.
José Carlos Lechado y Carlos Taibo, Los conflictos yugoslavos, p. 124.