La apertura de las libertades V

La «ruptura» no propugnaba una postura revolucionaria o la utilización de la violencia, y creía en el desmoronamiento del Estado, tras la muerte del Dictador, bajo el impulso de la clase trabajadora y mediante el instrumento de la huelga general, que paralizaría el país.

Por el contrario, la «reforma», pretendía la evolución desde el Régimen, modificando leyes del franquismo, para llegar, sin ruptura, de la legalidad a una nueva y verdadera situación democrática.

La ruptura era propugnada por las fuerzas de izquierda, básicamente socialistas y comunistas. Y la reforma, por los aperturistas del régimen y por la oposición moderada, aunque fuera rechazada por las fuerzas franquistas y torpedeada por el «búnker».

Salvador Sánchez-Terán, La Transición. Síntesis y claves, p. 86.

Programa para una transición política

¿Cómo desmantelar el viejo régimen, dar voz institucional a la oposición democrática que ya no podía ser silenciada en las calles, reconocer a los partidos políticos que habían sido la bête noir del régimen, reconocer los derechos políticos de los sindicatos y los derechos nacionales de los catalanes y de los vascos a ser culturalmente diferentes y políticamente autónomos, todo esto sin provocar una reacción autoritaria por parte del ejército y del búnker franquista, sin desatar los viejos demonios históricos de la primera y de la segunda República española y de todas las guerras civiles de la España contemporánea?

José Casanova, Las enseñanzas de la transición democrática en España, en Manuel Redero San Román, La transición a la democracia en España, revista Ayer nº 15-1994, p. 29.