La sociología del Vilfredo Pareto


Vilfredo Pareto distingue dos elementos dentro del ser humano que son, al mismo tiempo, autónomos e incompatibles. Por un lado, destaca la racionalidad o la lógica, a la que el sociólogo puede llegar por medio de la observación y de la experiencia objetiva. Por otro, los sentimientos, que constituyen el reino de lo no-racional o no-lógico; el caprichoso carácter imprevisible del ser humano.

El autor reconoce el predominio del sentimiento sobre la racionalidad en la conducta humana.

Ahora bien, sostiene que la ciencia social ha de basarse en esta última, ya que es la que nos aporta mayor número de regularidades. Aplica, por tanto, el método de las ciencias naturales para estudiar uniformidades y extraer de ellas leyes basadas en la probabilidad; o lo que es lo mismo, no se consideran infalibles. Esta es la manera utilizada por Pareto para resaltar el valor imprevisible del acto humano guiado por los sentimientos.

Las acciones no lógicas

El objetivo de la sociología es, según Vilfredo Pareto, el estudio de la sociedad en general, extrayendo de ahí su teoría correlativa. Para ello parte, como hemos afirmado, de la conducta lógica o racional de los seres humanos. No obstante, su conclusión es que las acciones humanas están dirigidas de manera predominante por el sentimiento; es decir, son no-lógicas.

Concluye, por tanto, que el predominio del sentimiento sobre la razón genera un ser humano que es por naturaleza no-racional o no-lógico a la hora de elegir su conducta.

Pero al mismo tiempo, Pareto descubre el empeño de los hombres por convertir sus acciones en algo racional. Ese interés por dar explicaciones coherentes a sus decisiones es lo que denominamos “derivaciones”

Los residuos y las derivaciones

Los residuos son los elementos que quedan cuando se eliminan de las acciones humanas todos los componentes variables. Por tanto, estos principios nos conducen siempre al predominio de la acción no-lógica: a los instintos humanos en los que se manifiesta el predominio de los sentimientos sobre la razón.

Por su parte, las derivaciones constituyen el esfuerzo del ser humano por explicar de manera racional sus acciones no-lógicas. Son, pues, teorías pseudológicas que les llevan a creer, erróneamente, que sus acciones no las impulsan los sentimientos.

La teoría de las élites

Según Vilfredo Pareto, el conflicto de clases es algo inherente a la condición humana, y no, como afirmaba Karl Marx, un fenómeno histórico transitorio. Las posiciones sociales de los distintos grupos pueden variar, pero siempre existirán elementos dominantes y subordinados. A su vez, dentro de los primeros –denominados élites por Pareto- distingue entre gobernantes y no gobernantes.

Acorde con el resto de su teoría sociológica, sitúa al sentimiento como fuerza dominante de la conducta social, dejando a la lógica un papel residual. Afirma que la élite se mueve en función de sus intereses, mientras que las clases inferiores y sometidas son impulsadas por el sentimiento.

De esta manera, para alcanzar sus objetivos, la élite fomenta el sentimiento social dentro de los subordinados. A mayor intensidad de este, más uniformidad, mientras que su debilitamiento llevará al cambio.

La élite es el grupo social situado en la posición más alta de la pirámide social. Son aquellas personas que poseen una mayor influencia, poder político y riqueza económica. Sin embargo, este grupo tiende una clara tendencia a la degeneración, que le lleva a no perdurar mucho en esa situación privilegiada.

Esto hace que necesite recuperar su vigor con la inclusión de nuevos elementos; generalmente los más capaces de entre los subordinados. En definitiva, según Vilfredo Pareto, la lucha y circulación de las élites es la esencia de la historia, de tal modo que levantamiento popular no trae consigo el final de la élite, sino sus sustitución por otra.