De los ilirios a la Segunda Guerra Mundial IV

La debilidad, con todo, que seguía caracterizando a las estructuras del poder otomano facilitó, en 1877-1878, una invasión de Kosova por parte de los serbios y montenegrinos, que protagonizaron una confrontación aguda con los albaneses. Varios millares de éstos fueron expulsados de la región de Nis. Es verdad que poco después las unidades otomanas se ensañaron en las represalias contra los serbios que residían en el sur de Kosova. La tregua a la postre alcanzada obligó a los ejércitos serbios a retirarse.

Carlos Taibo, Guerra en Kosovo. Un estudio sobre la ingeniería del odio, p. 30-31.

De los ilirios a la Segunda Guerra Mundial III

Buena parte de la población serbia residente en los territorios situados al norte de Kosovo había buscado la protección del emperador austríaco, al tiempo que se verificaba un flujo decisivo: el centro de gravedad de las comunidades serbias, que en un tiempo había estado en Kosovo, empezó a trasladarse hacia Belgrado, con lo cual la separación, y la oposición, entre serbios y albaneses fue ganando terreno. El éxodo serbio facilitó, como era de esperar, una nueva llegada de albaneses de las montañas, y ello no sólo a Kosovo, sino también a Macedonia e incluso a ciudades como Nis, hoy en el sur de Serbia.

Carlos Taibo, Guerra en Kosovo. Un estudio sobre la ingeniería del odio, p. 28.