Apatía y marchas de hambre del desempleado británico


“En Gran Bretaña el desempleo de masas no consigue desestabilizar el régimen político. Y no puede argumentarse que la desocupación laboral revista menor gravedad que en Alemania, pues también en Gran Bretaña el paro alcanza en invierno de 1932-1933 el máximo histórico de 3.400.000 desempleados registrados. Sin embargo, posiblemente sea la propia evolución del desempleo de masas desde la posguerra un factor explicativo del comportamiento político de los desocupados y del consiguiente fracaso de los reclamos antidemocráticos”. En la cita anterior, Díez Espinosa nos da una clave más de por qué no triunfaron las fuerzas antisistema en el territorio británico. A juicio del autor, la actitud que tomaron los primeros desempleados del país tras la Gran Guerra (1914-1918) fue imitada por los que se sumaron, en mayor número, posteriormente. De esta manera, al arraigo del sistema democrático-liberal como factor de permanencia del régimen político, hemos de añadir este otro elemento: los desempleados británicos, a pesar de las huelgas y el descontento generalizado, no se plantearon la posibilidad de cambiar el modelo de Estado.

En las páginas dedicadas a Gran Bretaña son escasas las referencias a la literatura del desempleo. Tan sólo encontramos algunas citas de El camino de Wigan Pier (George Orwell), Love on the Dole (Walter Greenwood) y El callejón del ángel (John Boynton Priestley). Por el contrario, llama la atención el amplio número de investigaciones sobre la crisis y sus consecuencias: Los parados de Marienthal (Paul Lazarsfeld, Marie Jahoda y Hans Zeisel), Unemployment in Britain between the Wars (Stephen Constantine), La crise des sociétes impériales. Allemagne, France, Grande-Bretagne 1900-1940 (Christophe Charle), The Unemployed Man. A social study (Wight Bakke), Britain in the Depression, Society and Politics 1929-1939 (John Stevenson y Chris Cook), British society 1914-1945 (John Stevenson), Bread and Work. The experience of unemployment (Matt Perry) y Unemployed Struggles 1919-1936 (Wal Hannington). Además, En la página 247 el autor nos regala el siguiente cuadro estadístico (número 26): El Partido Comunista de Gran Bretaña en las elecciones generales, 1924-1935.

Bibliografía:

[1] El desempleo de masas en la Gran Depresión. Palabras, imágenes y sonidos; José Ramón Díez Espinosa – Valladolid – Universidad – 2006.

El tiempo es el peor enemigo


Tras el despido, la vida del nuevo desempleado se convierte en un inmenso mar de tiempo que el individuo no sabe cómo administrar. La búsqueda de empleo es, en sí mismo, un trabajo. Sin embargo, tras las primeras semanas, las personas comienzan a perder la esperanza. Es entonces cuando se dan cuenta de que les sobra el tiempo, de que no saben que hacer. Los minutos y las horas se hacen eternos, insoportables. Así describe esa situación el autor en la página ciento setenta: “Cuando se pierde el empleo y el trabajador está forzosamente alejado de la fábrica, la oficina o cualquier otro recinto de trabajo, desaparece también el horario habitual. No hay que fichar a la entrada, no hay tiempos de descanso para almorzar, tampoco suenan ya las sirenas para anunciar el fin de la jornada. El tiempo libre es ahora prácticamente ilimitado, pero esa nueva dimensión del tiempo de ocio es un regalo envenenado porque los parados no tienen posibilidad material y psicológica de utilizarlo”.

Esta primera parte del cuarto capítulo se nos muestra dividida en tres epígrafes: Las horas que pasa el desempleado en casa, Las calles como universo del parado, y Recintos donde matar el tiempo. En la página 175 nos encontramos con el cuadro 17. Bajo el título Empleo del tiempo por las mujeres y hombres en Marienthal el autor nos ofrece datos del famoso estudio de Paul Lazarsfeld, Marie Jahoda y Hans Zeisel (Los parados de Marienthal). Además de esa investigación, Díez Espinosa recurre a muchos otros trabajos para elaborar su libro. Estos son los que utiliza en el capítulo que nos ocupa: Men without work. A report made to the Pilgrim Trust, Empleo y desempleo. Un análisis socio-psicológico, Los parados de Marienthal (Paul Lazarsfeld, Marie Jahoda y Hans Zeisel), The Unemployed Man. A social study (Wight Bakke), The Age of the Dream Palace. Cinema Society in Britain, 1930-1939 (Jeffrey Richards). Entrando de lleno en el apartado literario, destacaremos las siguientes obras y autores: de Hans Fallada ¿Y ahora qué?; de Marcel Aymé La calle sin nombre; de George Orwell Sin blanca en París y Londres, El camino de Wigan Pier, y ¡Venciste Rosemary!; de Leonhard Frank Von drei Millionen drei; de Ferenc Körmendi Aventura en Budapest; de John Boynton Priestley Un héroe maravilloso, Londres los separa, y El callejón del ángel; de Egon Erwin Kisch El paraíso norteamericano; de Erich Kästner Fabian, Historia de un moralista; de James Farrell El día del juicio; y de Maxence van der Meersch Cuando enmudecen las sirenas.

Bibliografía:

[1] El desempleo de masas en la Gran Depresión. Palabras, imágenes y sonidos; José Ramón Díez Espinosa – Valladolid – Universidad – 2006.

La búsqueda de un nuevo empleo


En la obra que nos ocupa se nos describe la búsqueda de empleo de tres formas distintas: yendo de puerta en puerta, mediante ofertas y anuncios por palabras, y en las colas de las oficinas de empleo. Sin embargo, antes de describir todo eso, el autor dedica una breve introducción en la que señala algo ya comentado en artículos anteriores: “El carácter estructural y crónico transforma el desempleo en una profesión que, aunque novedosa, posee rutinas y hábitos propios, estructuras temporales y escenarios vitales característicos. La búsqueda de trabajo se convierte en el nuevo trabajo del hombre desempleado…”. De esta manera, tras describirnos como afronta Josias Oykroad -protagonista de Los buenos camaradas- su nueva situación como parado, el profesor Díez Espinosa recurre a una investigación de E. W. Bakke. El estudio The unemployed worker, contribuye sin duda, a ilustrar mejor esta cuestión. En las páginas que siguen a estos aspectos introductorios, el autor pasa a desarrollar las tres formas de buscar empleo que citamos al comienzo del párrafo anterior. La investigación de E. W. Bakke aparece con frecuencia a lo largo de el epígrafe, y junto a ella encontramos las ya clásicas referencias a la literatura del desempleo. El autor se sirve de novelas como Sin blanca en París, El callejón del ángel, Fabian. Historia de un moralista, Aventura en Budapest o El día del juicio para guiar al lector a través de esa compleja realidad del hombre que busca trabajo de puerta en puerta.

Sin embargo, esos mismos personajes son los que más adelante nos encontramos en dos contextos distintos: mirando detenidamente las ofertas de empleo en la prensa local, y esperando frenta a las oficinas de empleo. En el repaso de Díez Espinosa a la literatura, tampoco podía faltar la referencia a la descripción del desempleo femenino que con tanto detalle realiza I. Keun en Gilgi, una de nosotras y La muchacha de la seda artificial. Además de estas y otras tantas novelas y estudios científicos, volvemos a encontramos, en las páginas dedicadas a las ofertas y anuncios por palabras, con los protagonistas del film Kuhle Wampe. En esta ocasión se nos narra el suicidio de uno de los personajes de S. Dudow: Bönicke. Más adelante nos encontramos con una fotografía sobre las siguientes líneas: “Cartillas y sellos. Falta trabajo y sobran desempleados (Interior de una oficina de empleo)”. En ella se puede observar como una larga cola de desempleados espera su turno para que su cartilla sea sellada por un hombre de bigote y gafas que está sentado tras un mostrador.

Bibliografía:

[1] El desempleo de masas en la Gran Depresión. Palabras, imágenes y sonidos; José Ramón Díez Espinosa – Valladolid – Universidad – 2006.