La deriva política serbia III

Receloso acaso de un temible competidor, el presidente serbio sentó las bases para cortar de raíz el crecimiento del partido de Seselj. El enfrentamiento con los radicales tuvo por efecto principal la disolución, el 20 de octubre de 1993, del parlamento serbio; Milosevic convocó nuevas elecciones para el 19 de diciembre, en medio de las quejas de todos los partidos, exceptuando, naturalmente, el Socialista. Las elecciones se tradujeron en un visible éxito de este último, que se hizo con 123 de los 250 escaños. Los radicales de Seselj perdieron claramente terreno -39 escaños- y se vieron superados incluso por la coalición opositora DEPOS -45 escaños-; el Partido Demócrata, por su parte, obtuvo 29 actas parlamentarias. Aunque los resultados no parecían obligar a los socialistas a buscar apoyos en el parlamento, lo cierto es que no era descartable una aproximación, aparentemente contra natura, entre el partido de Seselj y las formaciones políticas, sobre el papel en la oposición democrática, lideradas por Vuk Draskovic y Zoran Djindjic.

José Carlos Lechado y Carlos Taibo, Los conflictos yugoslavos, p. 130.

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