El viaje del pesimismo al fatalismo


Iniciaremos nuestro repaso a este epígrafe con una cita literaria correspondiente a la obra de Irmgard Keun Gilgi, una de nosotras: “Gilgi se aproxima a la ventana abierta, se inclina hacia fuera… Abajo, muy lejos, ve la calle… se inclina todavía más hacia fuera… Ahí abajo está el pavimento que puede acabar con todo. Es bonito saber que todo puede terminar, es bonito saberlo, muy bonito. Hay que imaginárselo con todo detalle: arrojarse hacia abajo, un ruido imperceptible, un dolor apagado, un dolor muy intenso, un amasijo de carne y sangre y huesos… Todo fluye de uno, toda la sangre y lo insoportable. No es en absoluto repugnante. Es muy bonito. Sangre roja sobre el pavimento grisáceo y todo ha terminado”.

El suicidio que se nos presenta en el párrafo anterior no es ni mucho menos fruto de una decisión espontánea de la protagonista. Su situación laboral, la falta de esperanza que le conduce directa al pesimismo, le lleva con el tiempo a tomar en consideración la posibilidad de quitarse la vida. En la literatura del desempleo encontramos numerosos relatos como el anterior. Díez Espinosa recurre a los siguientes: Karl und das zwangzigste Jahrhundert, de Rudolf Brunngraber; Babbit, de Sinclair Lewis; El Gran Dinero, de John Dos Passos; Von drei Millionen drei, de Leonhard Frank; Fabian, Historia de un moralista, de Erich Kästner; Un héroe maravilloso y El callejón del ángel, de John Boynton Priestley; El día del juicio, de James Farrell; y Esperando al zurdo, de Clifford Odets.

Las páginas dedicadas al viaje del pesimismo al fatalismo están organizadas en dos epígrafes: Alguien ha abierto la llave del gas, y Condenados a vivir sin esperanza. Dentro de ellas hay que destacar la importancia, tanto cualitativa como cuantitativa, de los cuadros estadísticos. Encontramos tres cuadros basados en Le mouvement naturel de la population dans le monde de 1906 à 1936, investigación de Henri Bunle. Sus títulos son los siguientes: Cuadro 18, Número de suicidios en Europa y Estado Unidos durante la Depresión (página 201); cuadro 22, Número de matrimonios en Europa y Estados Unidos durante la Depresión (página 209); y cuadro 23, Número de nacimientos en Europa y Estados Unidos durante la Depresión (página 219). El capítulo nos ofrece dos cuadros de Bread and Work. The experience of unemployment, estudio de Matt Perry. El primero de ellos –cuadro 19- está en la página 202, y lleva por título Tasa de suicidios en algunos países de Europa durante la Depresión. El segundo se titula Número de suicidios en Gran Bretaña durante la Depresión; está en la página 209, y es el cuadro 20 del libro. El último de esta serie de cuadros -Desempleo de larga duración, inestabilidad emocional e incapacidad laboral entre los desempleados de Glasgow- está en la página 219, y está extraído de Men without work. A report made to the Pilgrim Trust.

Muchos de los cuadros enunciados anteriormente están extraídos de los estudios consultados por Díez Espinosa para elaborar su libro. Estos son los que utiliza en el capítulo que nos ocupa: Men without work. A report made to the Pilgrim Trust, Empleo y desempleo. Un análisis socio-psicológico, Los parados de Marienthal (Paul Lazarsfeld, Marie Jahoda y Hans Zeisel), The Unemployed Man. A social study (Wight Bakke), La democracia en Alemania. Historia y perspectivas (W. Treu), Memorias del desempleo (Hugh Beales y Richard Lambert), La lucha contra la pobreza en los Estados Unidos de América (James Patterson), Bread and Work. The experience of unemployment (Matt Perry), y The psychological consequences of unemplyment (Bohan Zawadski y Paul Lazarsfeld).

Bibliografía:

[1] El desempleo de masas en la Gran Depresión. Palabras, imágenes y sonidos; José Ramón Díez Espinosa – Valladolid – Universidad – 2006.

El tiempo es el peor enemigo


Tras el despido, la vida del nuevo desempleado se convierte en un inmenso mar de tiempo que el individuo no sabe cómo administrar. La búsqueda de empleo es, en sí mismo, un trabajo. Sin embargo, tras las primeras semanas, las personas comienzan a perder la esperanza. Es entonces cuando se dan cuenta de que les sobra el tiempo, de que no saben que hacer. Los minutos y las horas se hacen eternos, insoportables. Así describe esa situación el autor en la página ciento setenta: “Cuando se pierde el empleo y el trabajador está forzosamente alejado de la fábrica, la oficina o cualquier otro recinto de trabajo, desaparece también el horario habitual. No hay que fichar a la entrada, no hay tiempos de descanso para almorzar, tampoco suenan ya las sirenas para anunciar el fin de la jornada. El tiempo libre es ahora prácticamente ilimitado, pero esa nueva dimensión del tiempo de ocio es un regalo envenenado porque los parados no tienen posibilidad material y psicológica de utilizarlo”.

Esta primera parte del cuarto capítulo se nos muestra dividida en tres epígrafes: Las horas que pasa el desempleado en casa, Las calles como universo del parado, y Recintos donde matar el tiempo. En la página 175 nos encontramos con el cuadro 17. Bajo el título Empleo del tiempo por las mujeres y hombres en Marienthal el autor nos ofrece datos del famoso estudio de Paul Lazarsfeld, Marie Jahoda y Hans Zeisel (Los parados de Marienthal). Además de esa investigación, Díez Espinosa recurre a muchos otros trabajos para elaborar su libro. Estos son los que utiliza en el capítulo que nos ocupa: Men without work. A report made to the Pilgrim Trust, Empleo y desempleo. Un análisis socio-psicológico, Los parados de Marienthal (Paul Lazarsfeld, Marie Jahoda y Hans Zeisel), The Unemployed Man. A social study (Wight Bakke), The Age of the Dream Palace. Cinema Society in Britain, 1930-1939 (Jeffrey Richards). Entrando de lleno en el apartado literario, destacaremos las siguientes obras y autores: de Hans Fallada ¿Y ahora qué?; de Marcel Aymé La calle sin nombre; de George Orwell Sin blanca en París y Londres, El camino de Wigan Pier, y ¡Venciste Rosemary!; de Leonhard Frank Von drei Millionen drei; de Ferenc Körmendi Aventura en Budapest; de John Boynton Priestley Un héroe maravilloso, Londres los separa, y El callejón del ángel; de Egon Erwin Kisch El paraíso norteamericano; de Erich Kästner Fabian, Historia de un moralista; de James Farrell El día del juicio; y de Maxence van der Meersch Cuando enmudecen las sirenas.

Bibliografía:

[1] El desempleo de masas en la Gran Depresión. Palabras, imágenes y sonidos; José Ramón Díez Espinosa – Valladolid – Universidad – 2006.