En el referéndum en cuestión, celebrado el 23 de diciembre, tomó parte el 93,5% de la población censada; un 94,6% de los votantes respaldó la opción independentista, circunstancia que parecía abrir un camino claro para el país que, tal y como lo recuerda Garde, presentaba una notable homogeneidad nacional, no tenía contenciosos de fronteras y gozaba de cierta prosperidad económica.
José Carlos Lechado y Carlos Taibo, Los conflictos yugoslavos, p. 64.