El monarca, que había conseguido atraerse la enemistad de los liberales serbios y de los nacionalistas croatas, fue asesinado en 1934 en Marsella por un macedonio relacionado con los ustaches, un grupo ultranacionalista croata creado en 1929 por Ante Pavelic.
José Carlos Lechado y Carlos Taibo, Los conflictos yugoslavos, p. 16.